El exfiscal general Germán Moldes murió este martes, a los 77 años, según pudo saber LA NACION. El letrado estuvo durante más de dos décadas como único fiscal ante la Cámara Federal porteña, en los tribunales de Comodoro Py.
Moldes tuvo, durante años, una fuerte influencia sobre el resto de los fiscales. Era uno de los hombres más poderosos de Comodoro Py. Había renunciado a su cargo en septiembre de 2019.
Durante el kirchnerismo, fue quien encabezó la resistencia contra la procuradora Alejandra Gils Carbó, que nunca tuvo una buena relación con los fiscales del edificio. Y en febrero de 2015, tuvo un rol central en la marcha en memoria del fiscal Alberto Nisman. La foto de aquel día lo muestra a él, altísimo, íntegramente vestido de negro, sin paraguas, en la primera fila. “Nisman murió por denunciar a Cristina Elizabeth Fernández, viuda de Kirchner”, dijo entonces.
Con el kirchnerismo no había empezado mal. De hecho en el primer caso de corrupción, la causa Skanska, Moldes no recurrió la nulidad declarada por la Cámara Federal de los las grabaciones que acreditaban las coimas.
De carrera judicial, fue nombrado fiscal por Carlos Menem. Moldes había sido además funcionario de su gobierno; fue secretario de Población de José Luis Manzano en el Ministerio del Interior.
Volvió al Poder Judicial en 1994, cuando lo nombraron fiscal ante los Tribunales Orales en lo Penal Económico de la Capital. En mayo de 1995, fue designado el cargo que deja ahora, en reemplazo de Gustavo Hornos, que había sido ascendido a camarista de Casación.
En todas las causas donde se evaluaba la inconstitucionalidad de las leyes de obediencia debida y punto final Moldes se excusó siempre. Durante la dictadura, cuando era secretario del juzgado de instrucción 20, estuvo preso junto con otros empleados y funcionarios judiciales.
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