Solita Silveyra, del fastidio por los rumores sobre su flamante relación a la dura enfermedad que todavía no superó: “La pasé muy mal”

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Con el humor que la caracteriza pero también con algo de fastidio, Soledad Silveyra desmintió el sábado por la noche, sentada en la mesa de Mirtha Legrand, el rumor que comenzó a circular los últimos días y que indicaba que se había separado de su pareja, José Luis Vázquez. Además, la actriz confesó que tiene una dura enfermedad que aún no pudo superar. “Todavía tengo los síntomas”, confesó.

Soledad Silveyra y su novio

“¿Vos no estabas de novia?”, quiso saber la gran diva de los almuerzos. “Yo estoy de novia”, respondió la actriz, poniendo el acento en la palabra “estoy”. “Ah, yo creí que habías roto”, se disculpó la Chiqui luego de hacerse eco de los rumores. “Todo el mundo, no sé por qué”, se indignó Solita. “Salió publicado”, se excusó entonces la conductora. “Sí, salió publicado pero yo no quise hacer ninguna nota hasta venir a vos y decirte que no, que soy muy feliz, que tengo a un hombre, mi José, que es maravilloso”, aclaró la invitada.

“Yo lo sufrí por él, porque no puede entender de dónde sale la versión. Y sobre todo me dolió por un texto que publicaron donde pusieron ´Estoy harta”, continuó, ya más seria, en relación a las notas que se publicaron sobre la falsa ruptura. “Yo creo ser una mujer educada y jamás me referiría de una manera así, aunque esté harta. No lo diría jamás”, aseguró.

Solita contó que su novio se llama José Vázquez y que lo conoció en Buzios, donde él tiene una posada. “Yo fui a pasar diez días, lo conocí el segundo. Charlamos durante ocho días hasta que me contó…”. En ese momento Legrand la interrumpió. “¡Te enamoraste del dueño de la posada!”, observó. “No te creas que es un hombre rico ni nada por el estilo”, aclaró la actriz, y contó que él tiene un año más que ella: 73. “Perfecto”.

“¿Y físicamente cómo es?”, intentó ahondar Mirtha. “¿Cómo?”, se sorprendió Solita con la pregunta, pero Mirtha siguió firme en busca de una respuesta. ¿Es buenmozo? ¿Atractivo?”, insistió. “Si, bueno, no sé si es buenmozo”, confesó la actriz y señaló que enamorarse a esta altura de la vida -después de haber estado diez años sola- es “brutal”. “Se los recomiendo. No es tan fácil encontrar un novio siendo grande, pero bueno, acá se dio algo químico, algo humano, algo maravilloso, y espero que después de este escándalo me perdone la vida”, dijo entre risas.

Problemas de salud

Solita contó que vive sola pero que el último tiempo estuvo muy acompañada por Lucila San Gregorio, a quien definió como su “mano derecha” y quien la cuida todo el tiempo. “Porque anduve con una neuralgia de Arnold, complicada”, reveló. “Todavía tengo los síntomas, dios quiera que deje de tenerlos pronto”, se esperanzó.

La actriz explicó que el Arnold es un nervio que está en la base del cráneo. “A mí me ataca del lado izquierdo. La verdad es que la pasé muy mal, Chiquita. Muy mal”, confesó. “¿Y se cura?”, le preguntó con gesto de preocupación la conductora. “Esperemos que sí”, respondió, y contó que está medicada.

Sobre el trabajo, la actriz explicó que en ese ámbito “se defiende”. “Estoy muy contenta de poder hacer una obra con Beto”, contó en relación a ¿Quién es quién?, la puesta teatral de la autora francesa Audrey Schebat con dirección de Héctor Díaz que ambos protagonizarán a partir del 8 de enero en el Teatro Liceo. “Es un actor que toda mi vida he respetado profundamente”, contó, mientras Brandoni, sentado frente a ella, la miraba con atención.

Soledad Silveyra y Luis Brandoni se sacan las ganas de trabajar juntos en teatro

En cine, Soledad Silveyra y Luis Brandoni trabajaron juntos en dos ocasiones: en Hay unos tipos abajo (1985), un film de suspenso ambientado en la última dictadura militar, y en El arreglo (2019), una comedia dramática sobre la conflictiva relación entre un padre jubilado y su hija. Esta vez, será la primera que lo harán en teatro.

Soledad Silveyra viene de encabezar en la avenida Corrientes los elencos de dos comedias bien distintas: una de corte transgresor (Pasta de estrellas) y otra adaptada de un oscarizado suceso cinematográfico (La fuerza del cariño). De este último espectáculo –que había recibido buenas críticas y empezado bien de público– al tiempo debió ausentarse algunas funciones por sus problemas de salud y se dio por terminada la temporada antes de tiempo.