El despliegue que llevó a Cristina Kirchner a quedarse con la presidencia del Partido Justicialista mostró en la superficie, pero también por debajo del radar, a algunos de los dirigentes que conforman su entorno de confianza y lealtad. Ese círculo tiene capas de cercanía y está conformado por dirigentes de La Cámpora, pero también ajenos a esa agrupación conducida por el hijo de la expresidenta, Máximo Kirchner. Los apoderados de la lista partidaria, más referentes habituados a la negociación política, intendentes y parte de organizaciones sociales como el Movimiento Evita están dentro de esa esfera que se vincula desde el PJ con la también exvicepresidenta.
El senador Eduardo “Wado” de Pedro, uno de los principales exponentes de La Cámpora, aparece en primer término cuando se trata de dirigentes de confianza de Cristina. En el día a día de la pelea interna por el PJ con Ricardo Quintela, fue uno de los encargados de negociar con los apoderados de la lista del riojano (Jorge Yoma, Daniel Llermanos y Sandra Vanni), aunque la puja se zanjó de modo definitivo en los tribunales, con un fallo de la jueza María Servini que favoreció a Cristina. En ese rol dialoguista con el equipo de Quintela también estuvo Juan Manuel Olmos, referente del peronismo porteño y actual presidente de la Auditoría General de la Nación (AGN).
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“Los más cercanos son Gerónimo Ustarroz [fue apoderado de la lista de Máximo Kirchner en el PJ bonaerense] y Wado de Pedro”, indicó a LA NACION un dirigente del peronismo. En ese grupo de cercanía se anotan los apoderados de “Primero, la Patria”, la nómina de Cristina: Teresa García, Anabel Fernández Sagasti y Gustavo Arrieta. “Cristina es ella con cuatro o cinco más”, afirmó un integrante de la lista cristinista en el partido.
Un nombre que las fuentes consultadas repitieron como parte del núcleo de Cristina es el de la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, también referente de La Cámpora. Integrante de la lista del PJ en el puesto 19º, a Mendoza la describió un dirigente justicialista como protagonista de una “relación personal, muy cercana, desde lo político y lo humano” con la expresidenta. “Mayra es la más cercana”, reforzó un intendente del conurbano.
Ente los intendentes, el de Merlo, Gustavo Menéndez, es de los que orbitan muy cerca de la proclamada presidenta del PJ. Fue uno de los iniciadores del “operativo clamor” que instaló a Cristina como candidata a conducir el partido, organizó actos para ella en su distrito y compartió fotos en el Instituto Patria. Integra también la nómina como consejero partidario. “El Tano está seguro [entre los dirigentes cercanos]. Además, necesita ir a algún lado, estar entre los primeros diez de la lista [de candidatos a diputados]”, aseveró una fuente peronista, que especuló con la imposibilidad de Menéndez de presentarse a la reelección en la intendencia merlense.
En un nivel de cercanía a Cristina menor al que tienen dirigentes como De Pedro, aparecen sectores de organizaciones sociales como el Movimiento Evita, que tiene una porción significativa de sus integrantes alineados con Axel Kicillof (que está enfrentado con Cristina). Mariel Fernández –intendenta de Moreno y una de las vicepresidentas que tendrá Cristina en el peronismo– y el exdiputado Leonardo Grosso integran ese grupo del Evita fiel a la expresidenta, en el que una fuente kirchnerista incluye a los diputados de origen sindical Vanesa Siley (Sindicato de Trabajadores Judiciales) y Mario “Paco” Manrique (Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor). “Intentan seguir limando a la CGT”, definió la fuente como una misión de los dirigentes de raíz gremial.
La intendenta Fernández tuvo protagonismo en el armado de las mesas “Cristina Presidenta” del PJ en la zona oeste. “El sur lo tienen los pibes [por La Cámpora]”, aclararon a LA NACION. La jefa comunal de Moreno también organizó reuniones de intendentes en el Museo Molina Campos, en su distrito, para respaldar a la exmandataria.
Según pudo saber LA NACION de una fuente bien informada sobre el detalle de las negociaciones justicialistas, dentro de la Junta Electoral del partido un aliado de Cristina fue el titular de ese cuerpo, Armando Cabrera, un diputado provincial formoseño alineado con Gildo Insfrán. También tuvo un papel en favor de la postura oficial (la de respaldar a Cristina) otro integrante de la junta: Máximo Rodríguez, concejal de Tres de Febrero e interventor, junto a Teresa García, del PJ de Corrientes.
En las vicepresidencias de la lista de Cristina figuran dirigentes de su confianza, como José Mayans y Lucía Corpacci. También aparecen apellidos como Parrilli. Lorena, diputada provincial en Neuquén e hija de Oscar Parrilli, presidente del Instituto Patria, integra la nómina en el puesto 49º.