Durante la reciente entrevista con Novak Djokovic en Belgrado, LA NACION le propuso a la leyenda serbia que mirara tres videos en los que aparecía en distintos momentos con Diego Maradona (en Abu Dhabi), con Lionel Messi (en la gala del Balón de Oro 2023 en París) y con Juan Martín del Potro (consolando al argentino tras superarlo en la final del US Open 2018), y que reaccionara ante ellos. El tenista respondió en un español fluido y sorprendió a todos.
Juan Martín del Potro: “Sigo en el proceso de entender cómo es la vida sin el tenis”
Tras un profundo reportaje con Del Potro, en Buenos Aires, LA NACION le realizó la misma invitación al tandilense. Y el exnúmero 3 así reaccionó.
La victoria ante Rafa Nadal por 5-7, 6-4 y 7-6 (7-5) en Río 2016 que le aseguró ganar una medalla olímpica:
“Este partido fue de los mejores de mi carrera. Y ahí cuando me tiro al piso también sentí, además de mucha felicidad, un alivio, porque este partido era por una medalla y yo me acordaba de Londres 2012, cuando perdí las semifinales con Roger (Federer) después de semejante partido [ganado por el suizo por 3-6, 7-6 (7-5) y 19-17, en 4h26m], dije: ‘Semejante nivel y quedarme sin medalla, no’. No me hubiera gustado. Fue uno de los momentos que más disfruté. En general, todos los Juegos Olímpicos de Río fueron de las semanas más lindas que tuve con el tenis”.
La Gran Willy ante Marin Cilic, en el cuarto punto de la final de la Copa Davis 2016, ante Croacia, que empezó a cambiar la historia de la serie. El balcánico había ganado los primeros sets, pero finalmente se impuso el argentino por 6-7 (4-7), 2-6, 7-5, 6-4 y 6-3.
“En cada partido histórico hay un punto de quiebre o una jugada o un gol; creo que en este partido fue este punto. Cuando pierdo el segundo set me voy al vestuario y me encierro en el baño y (Daniel) Orsanic estaba esperándome afuera y yo ahí ya estaba muy mal anímicamente, muy mal. Y él me dice: ‘Dale, dale, salí que tenemos que volver’. Además, te cobran warning. ‘Hay que volver, hay que volver’. Yo pensando toda la que se me venía. Salgo del baño, agarro la bacha del baño, abro la canilla, me empiezo a tirar agua en la cara, agua, agua. Empiezo a descargar, a gritar y me empiezo a golpear la cara, a pegarme con todo. Y Orsa se asustó. En un momento me ato de nuevo la vincha. Y vamos. Y ahí fue. Y en ese primer game, en el tercer punto, hago la Gran Willy. Las piernas me empezaron a responder, la gente se empezó a entonar un poco más y cambió la historia. Y ahí sentí que no sólo iba a ganar, sino que no estaba cansado y que podía jugar cinco horas”, expresó Del Potro.
-Seguramente en la cabeza de Cilic habrá jugado el historial previo: le habías ganado ocho de diez partidos profesionales y también como junior.
-Sí, sí, porque él me tenía liquidado. Y cuando vio que yo estaba reactivando y que me estaba recuperando.. Sabíamos que éramos muy parejos a nuestro mejor nivel, pero él estaba un plus más arriba y después, cuando se puso parejo yo ya estaba jugando diferente, ya le estaba pegando más fuerte y en el quinto set ya tenía otra confianza y no se me iba a escapar.
En los cuartos de final del US Open 2016, cuando Del Potro estaba 2-5 en el cuarto set ante Stan Wawrinka y se encaminaba a recibir el servicio del suizo, lo que apuntaba a ser el último game de una derrota, sonó un “olé, ole, olé, olééé, Delpooo, Delpo…” y una aclamación que pausaron por más de 80 segundos el partido. Fue una de las mayores ovaciones que recibió.
“Es uno de los momentos más emotivos que viví adentro de la cancha. El 2016 fue el año de mi vuelta después de las operaciones de muñeca (izquierda), donde antes de los Juegos Olímpicos tenía una idea de dejar de jugar si no mejoraba, porque pegándole con revés con slice no iba a funcionar. Yo creo que ahí la gente tuvo un momento de agradecimiento a todo el esfuerzo que hice. Una demostración de cariño, de afecto, de todo lo que sentían por mí y salió espontáneo en el último game del partido. Wawrinka bien, siempre fue un gran tipo, con una gran relación. Entendió muy bien el momento, sabía que ya me tenía cocinado (sonríe). Tengo otro momento emotivo en el US Open jugando contra Dominic Thiem [en 2017]. Fueron conexiones inolvidables con el público”.
Inolvidable ovación a Del Potro
-¿Qué tenían de especial los partidos de noche en Flushing Meadows?
-Eran especiales porque para mí era el mejor torneo del mundo. La gente armaba un clima de show, de espectáculo y ruido, y eso te va prendiendo un fuego interno que si yo le pegaba fuerte a la derecha esa noche le tenía pegar más fuerte y era como que todo te iba llevando a sacar tu mejor versión. Y siempre tuve la buena suerte de encontrar mis mejores versiones tenísticas en el lugar que más quería.