Prever el futuro es todo un desafío. Pero no solo porque las predicciones sean arriesgadas, sino porque también dependen de muchas circunstancias. Ahora bien, cuando se trata de intentar adivinar qué nos depara el destino, los hechos históricos y las tendencias actuales nos pueden ofrecer algunas pistas.
Así, hemos preguntado a ChatGPT, la inteligencia artificial desarrollada por la empresa OpenAI, por cómo cree que será el mundo en 2050 y qué características podría tener la próxima superpotencia mundial en esa fecha.
“Predecir con certeza cómo será la superpotencia mundial en 2050 es desafiante, pero se pueden identificar algunas tendencias y escenarios posibles”, comienza diciendo la IA. Seguidamente, enumera algunos factores que podrían influir en la supuesta supremacía de ese país.
Por ejemplo, en el ámbito de la economía, según ChatGPT, “se espera que países en desarrollo, como China e India, continúen creciendo y podrían rivalizar o incluso superar a las economías tradicionalmente poderosas”. Así, considera que la economía seguirá siendo “un factor clave” en la determinación de la influencia global.
Otro factor decisivo para la próxima superpotencia será la innovación tecnológica y la capacidad de adoptar y desarrollar nuevas tecnologías. En este sentido, la IA estima que ese poderoso país “probablemente sea líder en tecnologías emergentes, como inteligencia artificial, biotecnología, energías renovables y espacio”.
Asimismo, el acceso y el control de recursos naturales, especialmente la energía, seguirán siendo factores determinantes. “Países que lideren en fuentes de energía sostenible y tecnologías respetuosas con el medio ambiente podrían tener una ventaja”, subraya ChatGPT.
Por otro lado, subraya que la capacidad militar y la influencia en asuntos globales seguirán siendo importantes para que ese país se mantenga como el más potente del mundo en 2050. Concretamente, en palabras de la IA, “la superpotencia del futuro podría tener una combinación de fuerzas convencionales, ciberseguridad avanzada y capacidad espacial”.
Pero las supuestas características que deberá poseer el país que domine el mundo también incluirán su capacidad para construir y mantener alianzas estratégicas, según el argumento de la inteligencia artificial. Y es que, “la diplomacia efectiva y la participación en acuerdos internacionales pueden aumentar la influencia global”.
Por otro lado, menciona que será “esencial” la estabilidad política y social dentro del país, esto es, su capacidad para gestionar cambios demográficos, tensiones internas y desafíos socioeconómicos.
A su vez, otros aspectos del desarrollo humano como la calidad de vida, la educación y la atención médica también podrían impulsar la percepción y la influencia de esa superpotencia global.
Todo ello junto a una óptima capacidad de resiliencia y adaptabilidad, que según ChatGPT será un “factor crítico”, pues implica adaptarse a cambios y crisis (ya sean económicos, ambientales o geopolíticos).
Por último, menciona al concepto soft power, en referencia a la cultura, valores, educación y atracción global, como elementos que también jugarán un papel relevante en la determinación de esa preponderancia.
Con todo, la IA recuerda: “el equilibrio de poder puede cambiar en respuesta a eventos imprevistos, y la influencia global no se limita a un solo país. Además, la cooperación internacional y la resolución de problemas globales podrían convertirse en aspectos aún más críticos en el futuro”.
Cómo será el mundo en 2050
Naturalmente, el mundo no será el mismo en 2050. Y aunque es imposible saber a ciencia cierta qué nos deparará el destino para entonces, hay algunos ideas sobre cómo podría ser el curso de los acontecimientos.
Por ejemplo, tal como señalan los expertos, se espera que veamos avances significativos en inteligencia artificial, robótica, biotecnología o tecnología cuántica. Algo que según el propio ChatGPT podría transformar industrias, la forma en que trabajamos y en definitiva, nuestra vida cotidiana.
Pero la lucha contra el cambio climático seguirá siendo una constante en los próximos años. “Es probable que haya un enfoque aún mayor en la sostenibilidad, energías renovables y prácticas ecoamigables para abordar los desafíos ambientales”, afirma.
Con toda probabilidad, la medicina personalizada y la comprensión del genoma humano experimentarán un avance significativo, algo que podría llevar a “tratamientos médicos más efectivos y personalizados”, por lo que podríamos ver notables mejoras en la prevención y el tratamiento de enfermedades.
Además, la conectividad global, dice la IA, seguirá aumentando, de modo que las comunicaciones y el transporte “podrían hacer que el mundo sea aún más interconectado, afectando la economía, la cultura y las interacciones globales”.
Paradójicamente, ChatGPT reconoce además que “la automatización y la inteligencia artificial podrían cambiar la naturaleza del trabajo, por lo que podrían surgir nuevas formas de empleo”.
Al mismo tiempo, a medida que avanzamos hacia un futuro más tecnológico, advierte que surgirán “desafíos éticos y sociales”, como la privacidad, la equidad en el acceso a la tecnología y la seguridad cibernética.
Para terminar, señala que posiblemente cada vez se le dé más importancia a la salud mental y al bienestar: “La conciencia sobre la importancia del equilibrio entre vida laboral y personal podría aumentar”. Sin dejar atrás a la educación transformadora, como una de las fuerzas que podrían adaptar las necesidades del mundo laboral, enfocándose en habilidades prácticas y el aprendizaje a lo largo de toda la vida.
“Estas son solo algunas posibles direcciones, y es importante recordar que el futuro es altamente incierto y puede estar sujeto a cambios significativos debido a eventos imprevistos, avances tecnológicos repentinos o cambios en la dinámica global”.
