El gobierno siguió en octubre con números negativos en cuanto a la evaluación de Javier Milei o gestión de gobierno. El alivio para la Casa Rosada es que en los últimos 30 días se detuvo la caída que se venía registrando todos los meses. Los que opinan mal de la gestión de Milei se mantuvieron en el 58 por ciento del total, pero los que opinan bien subieron del 39 al 40 por ciento. O sea, un cambio levísimo faborable a Milei, que no altera las proporciones muy negativas que tiene el mandatario en la opinión pública.
Cuando se le preguntó a los encuestados sobre sus expectativas económicas, en septiembre, el 45 por ciento dijo que eran positivas: ahora el número bajó a 44 por ciento. Es decir que no cambió el global del ánimo de los ciudadanos. La diferencia es que en los meses anteriores la baja era muy pronunciada: este mes de octubre se estabilizó. De todas maneras, el 85 por ciento de los encuestados dijo que tiene dificultades para llegar a fin de mes o directamente que no llega a fin de mes. Cifras devastadoras.
“La cuestión de fondo -diagnostica Bacman- es que profundizar el odio ya no les brinda fruto alguno. El que gobierno necesita proponer certidumbres, instalar la esperanza en el porvenir. Tal vez, el hecho de que haya bajado la inflación o que el dólar esté quieto interrumpió la caída. Creó un momento de tranquilidad. Otra hipótesis es que la crisis institucional del peronismo les brinda una oportunidad. Aparece una pelea, un debate, en lugar de un proyecto alternativo nítido”.
