Ismael “El Mayo” Zambada, líder histórico del Cártel de Sinaloa, ha comenzado a colaborar, aunque a cuentagotas, con el gobierno de Estados Unidos en un intento de negociar una condena que le permita evitar la pena de muerte, de acuerdo con la periodista Anabel Hernández.
En una entrevista con el canal de noticias de YouTube llamado En Breve, con Emmanuel Mendoza Cancino, la autora del libro “Los Señores del Narco” indicó que según sus fuentes, Zambada estaría brindando información valiosa, aunque aún de forma controlada, mientras enfrenta una fuerte presión de las autoridades estadounidenses, que buscan arrancar detalles clave sobre la estructura del Cártel de Sinaloa y otros posibles aliados.
La periodista y autora de investigaciones sobre el narcotráfico en México, explicó que la cooperación de Zambada con las autoridades estadounidenses parece estar siguiendo un patrón similar al de otros líderes del narcotráfico, como fue el caso de su hijo, Vicente Zambada Niebla, alias “El Vicentillo”, quien en su momento también llegó a un acuerdo de colaboración.
En el caso de Zambada Niebla, el gobierno estadounidense exigió inicialmente una “muestra” de la información que este podía proporcionar antes de comprometerse en un acuerdo de cooperación.
La periodista sugiere que este proceso de negociación con el Mayo Zambada podría estar desarrollándose en fases: primero una “prueba” de los datos que él tiene en su poder, seguida de una evaluación de si el nivel de información proporcionada justifica o no un acuerdo de culpabilidad formal.
“El Mayo está dando ‘probaditas’ de la información que tiene”, afirma Hernández García, refiriéndose a la estrategia de Zambada de compartir datos sin profundizar completamente en los detalles que el gobierno estadounidense espera obtener. Esta táctica le permitiría al capo medir la disposición de las autoridades para ofrecerle beneficios en caso de que colabore a fondo.
En una audiencia reciente, al ser cuestionado por el juez Brian Cogan, el fiscal confirmó que la pena de muerte estaba contemplada en caso de que Zambada García. Esta afirmación, considera Hernández, tiene un propósito claro: presionar al Mayo a colaborar rápidamente y con información veraz y detallada.
Según la periodista, la Fiscalía estaría usando este factor para acelerar la cooperación del capo, quien habría comenzado a ceder ante el “apretón de tuercas” de las autoridades.
Esta situación se convierte en un “juego de estira y afloja” entre el gobierno estadounidense y el cofundador del Cártel de Sinaloa. No obstante, la periodista cree que es improbable que la Fiscalía acepte liberar al capo, ni siquiera con información contundente, sino que sólo le ofrecería no darle una pena de muerte.
“No imagino que la Fiscalía vaya a soltar al Mayo, lo que intenta es hacerle ver que cometió graves crímenes y dicen ‘si colabora, podemos no darle la pena de muerte’”, dijo.
¿Qué pasó en su última audiencia?
En la audiencia más reciente de Ismael “El Mayo” Zambada, realizada en el Tribunal Federal Este de Brooklyn, Nueva York, la fiscalía confirmó que enfrenta la posibilidad de la pena de muerte, un castigo aplicable debido a la gravedad de los 17 cargos imputados, que incluyen narcotráfico, asesinato y tráfico de armas.
Aunque la fiscalía declaró que los cargos justifican la pena capital, la ejecución dependerá de una autorización formal por parte del fiscal general de los Estados Unidos, Merrick Garland. En caso de que otorgue dicha aprobación, el juicio incluiría una fase penal en la cual el jurado decidiría si el acusado merece cadena perpetua o la pena de muerte.
La audiencia fue presidida por el juez Brian Cogan, el mismo magistrado que condenó a Joaquín “El Chapo” Guzmán a cadena perpetua en 2019. Durante la audiencia, Zambada se presentó ante el tribunal con una apariencia distinta a las primeras comparecencias, ahora con canas visibles en su barba y cabellera.
Cogan fijó la próxima audiencia para el 15 de enero de 2025, momento en el que se espera tener avances sobre la autorización de la pena capital y otros aspectos procedimentales del caso.
Zambada fue detenido el 25 de julio en Nuevo México, cuando aterrizó en un pequeño avión en compañía de Joaquín Guzmán López, uno de los hijos de El Chapo Guzmán. Durante la audiencia, Zambada afirmó que fue engañado y llevado a Estados Unidos contra su voluntad en un plan orquestado por Guzmán López, conocido también como “El Chapito”.
Según la versión de Zambada, el hijo de El Chapo habría planeado esta emboscada para entregarlo a las autoridades estadounidenses, con el fin de obtener beneficios judiciales en sus propios casos, así como en los de sus hermanos, cuyas acusaciones se están procesando en un tribunal de Chicago.