La Copa del Rey es un campeonato que junta a equipos de la alta esfera de la liga española con equipos de categorías inferiores del fútbol más modesto. Una competición que permite a los jugadores semiprofesionales tener un día histórico en el que se sentirán como futbolistas de élite. Así, el torneo comúnmente conocido como “el del K.O” es uno de los más bonitos del deporte español por su variedad de clubes del barro y de la máxima categoría.
Aunque uno pueda pensar que Madrid o Barça tienen vía libre para llegar lejos al enfrentarse a entidades humildes, sin presupuesto y con campos totalmente distintos a los que la profesionalidad está acostumbrada, no siempre es así. Hay veces en que los clubes modestos logran gestas que parecían imposibles. Una de ellas, que ya está para siempre en la memoria colectiva, es el partido en el que el Real Madrid sufrió una humillación con un equipo de barrio: la Agrupación Deportiva Alcorcón. Hoy se conoce a ese encuentro como ‘El Alcorconazo’.
15 años para el recuerdo en Alcorcón
El Real Madrid de 2009 era conocido por ser un equipo de galácticos con jugadores de gran renombre como Raúl González, Iker Casillas, Benzema o Cristiano Ronaldo. En los banquillos, Manuel Pellegrini, actual mister del Real Betis, salió prácticamente sentenciado tras el bochorno sufrido ante la AD Alcorcón en el Estadio Municipal de Santo Domingo.
En aquel partido, los del sur de Madrid salieron con la máxima ilusión al partido de octavos de Copa del Rey. La ciudad se volcó con el equipo y respondieron ante la llegada de los blancos. De esa forma, los alfareros pusieron toda la fe, sin saber que sería un partido para la historia del club, de la competición y del fútbol español: todavía nadie ha igualado esa gesta.
Lo que indicaba la lógica era que los madridistas se impusieran por un amplio resultado ante un club que tenía carpinteros y obreros entre sus filas: no eran profesionales. Sin embargo, el trabajo y la ilusión hicieron mella. Los amarillos marcaron el primero y se desató una tormenta perfecta de los de Juan Antonio Anquela ‘Anquelotti’. Con un juego de garra y de búsqueda del gol, los amarillos consiguieron meter una paliza al Real Madrid por 4-0.
Aguantaron la vuelta en el Bernabéu y pasaron a octavos de final
Lejos de quedar aquí la gesta, en la vuelta de la eliminatoria el Alcorcón sacó su casta de pelea y consiguió aguantar los noventa minutos en el Santiago Bernabéu para contradecir la mítica frase asociado al feudo blanco: “Noventa minuti en el Bernabéu son molto longo”.
Por tanto, los merengues tan solo consiguieron derribar la muralla alfarera por una vez, para poner el 1-0 definitivo, que se quedó lejos de consagrar una nueva remontada. Así, el equipo de un barrio, bajo el lema de “Hasta el último minuto del último partido”, derrotó a todo un gigante de España para cumplir el sueño de un municipio que todavía recuerda con pasión ese momento histórico.
