El jefe del nuevo bloque radical habló de “construir nitidez” y tildó a sus excompañeros de “oficialistas clandestinos”

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El rol de Pablo Juliano en la Cámara de Diputados dio un giro el miércoles a la noche. Una pirueta política lo ubicó al frente del flamante bloque “Democracia para siempre”, el espacio que se creó ayer y se formalizó este mediodía después de que la UCR terminara de implosionar. Conducirá a 11 diputados, siete de los cuales responden a Facundo Manes y cuatro, a Martín Lousteau, el senador y presidente del Comité Nacional del partido.

“Hay diputados que tienen su jefatura política afuera del radicalismo. Y lo dicen abiertamente”, afirma Juliano, quien explica que la razón de armar un espacio nuevo fue para “construir nitidez” y defender las banderas del radicalismo. Según adelanta, no se integrarán, por ahora, con otros bloques.

Juliano recibe a LA NACION en su despacho del edificio anexo de Diputados, de traje y corbata, mientras se oficializa el nombre del flamante armado. Le traen papeles para firmar y su teléfono no para de sonar. Desde temprano aparece en medios radiales y tiene programadas múltiples entrevistas televisivas. De ser un diputado con menos de un año de mandato pasó a ser el jefe del sexto espacio en cantidad de miembros de la Cámara. Hasta el cierre de esta nota, no había hablado con Rodrigo de Loredo, el presidente del bloque que abandonó.

–¿Cómo se dio la decisión del quiebre y cómo terminó al frente del bloque?

–La decisión surge un poco de la situación de acumulación, de hartazgo por la desidia. Lo que decimos es que no se puede romper lo que estaba roto y no hay manera de que vos puedas construir nitidez y una alternativa sin confianza y sin un comportamiento que te permita respetar el trabajo del otro, la representación del otro. Buscamos claridad y contundencia, porque no pueden estar jugando a las escondidas y ser oficialistas clandestinos.

–¿La foto de ayer [con De Loredo y otros radicales en la Casa Rosada] terminó de quebrar el diálogo?

–La foto fue terrible porque nosotros intentamos atender el pedido de dos diputados, Julio Cobos y Mario Barletta, que tienen el rol de componedores, para generar una instancia de diálogo. Pero la verdad es que no pudimos acceder al pedido de ellos porque ya estaba tomada la decisión de que el bloque se iba a plegar en una foto de alta carga política.

La foto de un grupo de radicales con representantes del Gobierno que terminó de romper el bloque

–¿Usted estuvo en la reunión?

–Sí, y no dije nada porque la reunión murió en el instante en que empezó. Dijeron que no estaba en discusión la reunión en la Casa Rosada y que el radicalismo iba a responder el llamado institucional del Gobierno de concurrir a esa foto. Y nosotros les dijimos que esa foto no era institucional porque no se estaban convocando a los senadores radicales, a los diputados radicales, a la Unión Cívica Radical. Se confundió una foto institucional con una foto con intencionalidad. Nos contestan con fotos en Olivos y en la Casa de Gobierno, pero el presupuesto se discute acá.

–¿Quién se queda con la representación de la UCR?

No queremos discutir una interna radical, sino temas. Vos no te podés levantar a la mañana y decir que defendés a los jubilados y a la tarde los tirás por la ventana. A un partido le cuesta mucho identificar los temas, las banderas políticas, las cosas en las que cree.

Mariano Campero, uno de los cinco radicales que se fotografiaron con Milei, en la sesión por el veto universitario en el Congreso

–Del otro lado hablan de “una doble vara” para medir a quienes se diferenciaron en votaciones. Listan su rechazo a la reforma laboral, impulsada por referentes radicales, y a la ley de esencialidad educativa, que la UCR acompañó.

–Nosotros lo dijimos en el bloque. Por ejemplo, Lisandro Nieri se abstuvo en la ley del presupuesto universitario y después la votó a favor. Eso es un comportamiento de alguien que yo puedo reconocer que sabe plegarse al sentido estratégico de los temas. Porque él en su momento hizo esa diferenciación. Nadie salió a decir nada de Nieri aquella vez. Dicen que Manes y yo votamos en contra de la Ley Bases. Es verdad, pero le pedimos permiso al bloque y avisamos. Eso no rompe el diálogo. Marx decía que la historia se repite la primera vez en forma de tragedia y la segunda en forma de farsa. La primera fue una gran tragedia para los jubilados y la segunda fue la farsa para la universidad, burlándose de compañeros de la bancada. Emprendieron la marcha del agravio pensando que de este lado nosotros estábamos jugando a la interna radical. Y no es una cuestión aritmética lo que estamos planteando, sino una estrategia de claridad.

–¿Y qué puede llegar a pasar en el Senado? ¿Están en diálogo con el bloque de senadores radicales?

–Hemos tomado la decisión de comunicarle a los senadores esta situación, así como a los gobernadores y a los intendentes. Se dio a efectos de que exista coordinación también.

–Se les sumó a último momento Maximiliano Pullaro, gobernador de Santa Fe.

–Sí, la verdad que fue una gran noticia. La agenda que defienden ahí, la agenda que defiende el gobierno de Jujuy, o que ha defendido el gobierno de Jujuy, es clarísima, es contundente. Entonces digo, no vamos a tener problemas. Nosotros ya tuvimos que entender que hay diputados que tienen que custodiar la agenda de sus provincias. De hecho, no nos vamos del bloque por una caza de brujas sino que nos vamos porque nosotros estamos convencidos que hay diputados que tienen su jefatura política fuera del radicalismo. Y lo dicen a cielo abierto.

–¿Habla de los cinco que se sacaron una foto con el Presidente?

–Sí, y hay un grupo de tímidos que usan de chivo expiatorio lo que hacen los cinco diputados libertarios dentro del radicalismo. Y en su silencio terminan dañando a la UCR. Ahí hay que hacerse cargo, porque ya le pasó al radicalismo que secuestran a sus expresiones parlamentarias, los gobernadores los llevan del brazo con el kirchnerismo, después con el macrismo y ahora nos quieren llevar de los pelos con Milei.

–¿Están en diálogo con otros bloques?

–Con muchos diputados amigos venimos trabajando un montón de temas. Ayer, Fernando Carbajal lideró el tema para sacar el primer dictamen por unanimidad de juicio por jurados. Carla Carrizo en los temas parlamentarios, Facundo Manes liderando desde lo político, también Danya Tavela como la autora del presupuesto universitario. La verdad que siento una responsabilidad enorme porque [el bloque] tiene mucha fibra política.

Miguel Ángel Pichetto y parte de su bloque

–¿Existe la posibilidad de armar un espacio común con otros bloques, como el de Miguel Pichetto?

–Hace bastante tiempo que venimos coincidiendo con otros bloques. Hoy la decisión es construir nítidamente una agenda de este bloque nuevo. No está en discusión integrarnos a otra cosa. El diálogo siempre está, hemos recibido los saludos de los otros bloques, la buena onda y la predisposición para trabajar porque nos quedan un montón de temas. Y aparte, somos conscientes que emprendemos esta marcha en plena discusión del Presupuesto 2025.

–¿Habló con Rodrigo de Loredo?

No hubo llamado. Yo hablé antes de ayer [por el martes], antes de la mesa de diálogo, cuando le pedí suspender la reunión de bloque porque para nosotros era muy importante que se despejara la conversación. Él me dijo que las cartas estaban echadas y selló su decisión con la foto en Casa Rosada. Ese fue el detonante, podríamos decir.

Rodrigo de Loredo

–¿Cómo fue la convergencia entre el sector de Manes con los diputados de Evolución, que responden a Martín Lousteau?

–Las diferencias tenían que ver con el tiempo adecuado para irnos. No queríamos irnos por presiones que no tenían que ver con nosotros y queríamos darle tiempo a cada diputado: somos seis diputados y seis diputadas de cuatro provincias que gobernamos. Así que había que darle a cada uno su momento. Hoy tuvimos la primera reunión de bloque a la mañana, fue virtual, pero había mucho entusiasmo y cordialidad, algo que ya extrañábamos. La dinámica anterior era muy tóxica, no se puede hacer política escondiendo las cartas.

–De sus 12 bancas, nueve se renuevan el año que viene. ¿Hay detrás de esta fractura una especulación electoral?

–No, tiene que ver con trabajar en función de una agenda nítida. Antes no se reconocía la labor ni los perfiles de cada uno. Yo me siento con Carla Carrizo y habla de defender el Hospital Garrahan, de la organización Pancitas Llenas, tiene una agenda social muy nutrida. Me siento con Tavela y es la defensa de la educación, lo mismo [Jorge] Rizzotti con infraestructura. En seguridad o en justicia, Aguirre y Carbajal; Manes con una incidencia total para poder romper las fronteras horribles que a veces tiene la política en el conurbano. Por eso, estoy convencido que nuestro espacio va a poder generar esa alternativa para el día de mañana, convencido de que cuanto antes emprendiéramos la marcha de sincerar esta representación gravemente afectada, muchísimo mejor. Dejamos la puerta abierta para que un par de amigos del bloque se terminen de sumar.

–¿Con las autoridades del partido nacional, como Martín Lousteau, hablaron?

–Como te decía, nos dividimos las tareas y notificamos a los gobernadores la necesidad de sostener sus agendas, también a los intendentes, al partido. Tenemos que desandar todo un camino de un bloque que le daba la espalda, que no se animaba a generar una estrategia en conjunto y probablemente no va a ser todo color de rosa. La gran preocupación es qué va a pasar cuando aparezca la diferencia [al interior del bloque]. Bueno, la decisión política es de cuidado. La semana que viene voy a trabajar para que todo el bloque se reúna con las autoridades del partido, con la mesa de la convención nacional, con la fundación Alem y con el resto de las fuerzas políticas que entienden que hay que seguir trabajando en una agenda parlamentaria.