Por una causa declarada compleja (que llevó más de tres horas de audiencia), la Unidad Especializada en Usurpaciones, Estafas y Cibercriminalidad I del Ministerio Público Fiscal acusó al dueño de una financiera que operaba en un edificio de calle Lamadrid al 400 de esta ciudad capital.
El licenciado en Administración de Empresas, de 49 años, fue aprehendido ayer martes en una vivienda ubicada en el barrio privado Los Tipales, Yerba Buena.
Este miércoles, la auxiliar de fiscal, María Paula Bellomio, por expreso mandato de la titular, María del Carmen Reuter, lo imputó provisoriamente por el delito de estafas reiteradas en nueve oportunidades en concurso real, todas ellas en carácter de autor.
Según la Fiscalía, el acusado desarrollaba una actividad comercial consistente en una financiera donde, entre otras actividades, se dedicaba a celebrar contratos de mutuos onerosos con la percepción de capital de propiedad de la víctima y su posterior reintegro más los intereses pactados en el contrato.
En ese contexto aparentando ser solvente frente a la multiplicidad de clientes que habían depositado la confianza para invertir sus ahorros y capitales y a sabiendas de que la empresa ya se encontraba en una situación económica crítica, comenzó a no hacer frente a lo pactado fingiendo frente a los terceros que iba a dar cumplimiento a sus obligaciones.
“En el período que va desde agosto a diciembre del año 2023 comenzó a evadir los reclamos, les hacía creer a algunos de sus clientes que la empresa ya no tenía sus oficinas en calle Lamadrid al 400 donde habitualmente funcionaba, libraba cheques en forma de garantía de los contratos de mutuo que celebraba y que hacía renovar a sus clientes por un plazo de seis meses. A sabiendas que no podría hacer frente a la devolución del capital y sus intereses, los cheques nunca pudieron ser cobrados porque se trataban de cuentas bancarias cerradas, abusando de esa manera de la confianza que sus clientes habían depositado en él”, afirmó Bellomio, al relatar cada uno de los nueve hechos atribuidos.
En su exposición, la investigadora informó que se sumarán más víctimas y se investiga la complicidad de otros, entre ellos, su esposa (se presume que habrían simulado estar divorciados).
Por lo tanto, Bellomio solicitó la prisión preventiva por tres meses por los riesgos de fuga (inexactitud de domicilio -dijo que vivía en la vivienda de su madre pero fue habido en el de su cónyuge-) y peligro de obstaculización (su cuñado se encontraría fuera del país y dos porteros lo habrían ayudado a la hora de los allanamientos).
El descargo del acusado
Previamente, el acusado prestó declaración: “No pude soportar la crisis de la Argentina. No ofrecíamos hacer millonarios en dos días. Soy un profesional de las Ciencias Económicas. Lo siento mucho y tuve buena fe. Además, yo no me enriquecí, al contrario, perdí una empresa y mi nombre, no tengo bienes ya. No existe enriquecimiento patrimonial porque no tuve una intención de hacer daño. Fue un malentendido que se piense que yo estaba escapando (al momento de su detención)”.
Una de las víctimas también tomó la palabra para expresar que “tengo que agradecer al Ministerio Fiscal por el trabajo que realizaron. Yo no estaba en el país cuando le di permiso para que retire los dólares. Ya estaba fundido. Me dijo que había utilizado ese monto para tranquilizar a los pesados (sic) porque sabía que yo no le iba a hacer nada”.
Para finalizar, el juez interviniente hizo lugar al requerimiento de la Fiscalía pero otorgando la prisión preventiva por dos meses.
Multiplicidad de hechos y mecánica utilizada
“Se abusaba de gente de confianza que hace mucho tiempo conocía, incluso, propios familiares. El daño no es solo patrimonial sino el daño psicológico e inclusive físico por la pérdida de los ahorros de todas sus vidas. Por otro lado, queda evidenciado el dolo en su conducta con el informe del banco que expone que un mes después de haber entregado todos los cheques con sumas extraordinarias a los inversores (con promesas de intereses superiores, engañándolos para hacerlos confundir, incurrir en errores y terminar firmando un nuevo contrato de mutuo) dio de baja a todos los paquetes que tenía en la entidad bancaria (entre el período del 16 al 30 de enero del corriente año)”, detalló la Auxiliar de Fiscal.
Habría querido constituir una nueva empresa
“En el período de diciembre 2023 a febrero 2024 se encontraba ofreciendo vender la entidad financiera con otro nombre y creando una paralela con el nombre Tucoop la cual les manifestó a las víctimas que ya estaba administrativamente lista y que solamente le faltaba conseguir sus socios y líderes para lanzarla a funcionamiento”, concluyó Bellomio./MPF