Los moldavos aprueban el ingreso en la UE

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Los moldavos aprobaron por escaso margen y tras un escrutinio de infarto el ingreso en la Unión Europea (UE). La presidenta de Moldavia, Maia Sandu, afirmó este lunes que su campo ganó “honestamente un combate injusto”, tras un referéndum que blinda el proceso de adhesión a la UE en la Constitución, cuya aprobación fue marcada por supuestas injerencias externas.

Sandu, quien también quedó en primer lugar de las elecciones presidenciales del país, disputadas el mismo domingo, con un 42% de los votos, deberá disputar una segunda vuelta el 3 de noviembre contra el candidato socialdemócrata, Alexandr Stoianoglo, que obtuvo un 26% de los sufragios.

Con el referéndum, el joven país, exrepública soviética, aprobó el blindaje constitucional de la adhesión a la Unión Europea por un fino margen de 50.45% frente al 49,54 %. La consulta popular se produjo en medio de un tenso contexto geopolítico, en un país que comparte fronteras con Rumania y Ucrania, que sostiene una guerra con Rusia desde 2022.

La presidenta, de 52 años, denunció “injerencias sórdidas” durante la votación y dijo que su bando salió victorioso de un enfrentamiento desparejo, aludiendo a una supuesta intervención rusa en el referéndum. En su primera reacción a medianoche del domingo, la presidenta denunció “un ataque sin precedentes contra la democracia”.

En respuesta, el Kremlin exigió inmediatamente “pruebas” de estas graves acusaciones y denunció anomalías en el recuento de votos. Durante el mismo, el No dominó por la mayor parte de la votación, pero las papeletas de la diáspora moldava cambiaron el resultado final.

Desde Rusia también cuestionaron los resultados de las presidenciales y el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, esgrimió que los datos obtenidos para el referéndum “y la dinámica de sus cambios, provocan muchas dudas sobre su fiabilidad”.

Influencia rusa

Moldavia, de 2,6 millones de habitantes, cuenta con una región separatista prorrusa en el sureste de su territorio, llamada Transnistria. La región, gobernada hace décadas por líderes independentistas, ha prohibido el nombre de Transnistria en favor de la nomenclatura rusa, Pridnestrovia, que opera como su denominación oficial.

La zona ha sido utilizada en mayor medida por Rusia para ejercer presión sobre el gobierno de Moldavia, especialmente durante los últimos dos años, en los que han guarnecido una cantidad de tropas de cara al conflicto con Ucrania.

La tensión que se vive en el país es tal que incluso las políticas para cambiar el nombre de la lengua oficial, de rumano a moldavo, han generado protestas durante el último año. Con esta medida, las autoridades buscaban alejarse una vez más de la esfera rusa, considerando que la diferencia real entre ambos idiomas es prácticamente simbólica.

La idea de diferenciar ambas lenguas está fuertemente vinculada a la Unión Soviética, que abogó por llamar moldavo al idioma que se hablaba en dicha zona cuando el territorio formaba parte del Estado socialista federal en un intento por alejarlo de Rumania.

La mandataria moldava, que dio la espalda a Moscú tras la invasión rusa de Ucrania, llevó la candidatura de su país a Bruselas, sede del ejecutivo europeo. Aunque convocó el referéndum para validar su estrategia, su apuesta se topó con un muro.

Elecciones reñidas

El mandato de la presidenta liberal sufrió diversos altibajos desde que asumió el cargo en diciembre de 2020. La que fuera su primera ministra, Natalia Gavrilita, dimitió en febrero de 2023 debido a la crisis energética desencadenada por la guerra entre Rusia y Ucrania, que disparó la inflación en el país y colapsó las instituciones ante la llegada de miles de refugiados.

Sandu acusa a su contrincante de ser el candidato del Kremlin. El ex Fiscal general, destituido por la presidenta en septiembre de 2023, asegura que Sandu emprendió una cacería política en su contra.

La presidenta se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo en Moldavia y en tan solo cuatro años, la execonomista del Banco Mundial se volvió una figura europea de primer orden.

Pero después de su ajustado rendimiento en ambos procesos electorales, la victoria de Sandu en la segunda vuelta de las presidenciales de noviembre está en entredicho.

Sin hacer trastabillar las negociaciones de adhesión con los 27 Estados miembro, la estrecha victoria “debilita en cierto modo la imagen proeuropea de la población y del liderazgo de Maia Sandu”, comentó el politólogo francés Florent Parmentier, experto en la región, a AFP.

Sandu lideró los resultados de la primera ronda, pero Stoianoglo puede contar con las reservas de votos de muchos candidatos menores “y la terrible trampa de ‘Todos contra Sandu'” podría desfavorecer a la actual presidenta, señaló el experto.

El candidato opositor parece coincidir en el análisis. “Tenemos grandes posibilidades de ganar el 3 de noviembre y ganaremos”, dijo Stoianoglo luego de la publicación de los resultados.

Durante la campaña, este hombre de aspecto severo pidió la “restauración de la justicia” frente a un gobierno que, según la oposición, está dispuesto a recortar derechos. También abogó por una política exterior “equilibrada”, tanto con la Unión Europea como con Rusia