Los clientes se quejan del aumento en el precios de las hamburguesas y McDonald’s se queja de la suba en el precio de la carne. La compañía de restaurantes ha emprendido acciones legales contra los gigantes de la industria cárnica estadounidense, a los que acusa de inflar artificialmente los precios del vacuno, el ingrediente de sus hamburguesas, mediante pactos para restringir la competencia, según una demanda de 100 páginas presentada ante un juzgado de Nueva York.
La demanda se dirige contra JBS, Tyson, Cargill y National Beefy varias de sus filiales, los gigantes cárnicos del país. McDonald’s solicita en su demanda un juicio con jurado que fije una indemnización por daños y perjuicios sin cuantificar y que un tribunal ordene el fin de la supuesta conspiración para la fijación de precios.
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“A partir de un momento incierto, pero al menos desde aproximadamente el 1 de enero de 2015, y continuando hasta el presente y con un efecto posterior, los demandados y sus coconspiradores participaron en un contrato, combinación o conspiración para restringir el comercio en violación de la sección uno de la ley Sherman [que protege la competencia]”, dice la demanda, a la que ha tenido acceso este diario. “El objetivo de su conspiración era fijar, elevar, estabilizar y/o mantener el precio de la carne de vacuno vendida al demandante y a otros a niveles supracompetitivos, es decir, precios artificialmente superiores a los que habrían tenido los precios de la carne de vacuno en ausencia de su conspiración. La conspiración de los demandados fue efectiva y logró ese objetivo”, añade.
Restringir la oferta
Las supuestas prácticas anticompetitivas de las que McDonald’s acusa a sus proveedores de carne funcionaron en doble sentido. Asegura que se coordinaron para pagar precios inferiores a los competitivos por el insumo principal en la producción de carne de vacuno, el ganado listo para el sacrificio, con el propósito y el efecto de mantener por encima de los niveles competitivos sus márgenes y el precio de la carne de vacuno vendida a McDonald’s y a otros clientes.
Además, los demandados y sus cómplices redujeron de forma colusoria el ganado listo para el sacrificio y el suministro de carne de vacuno, lo que con el tiempo también infló artificialmente el precio de la carne de vacuno, siempre según la demanda.
Los cuatro grupos demandados tienen una posición de dominio en el sector. La demanda señala que, en 2018, suministraron el 80% de los más de 25 millones de libras (unas 11.300 toneladas) de carne de vacuno fresca y congelada suministrada al mercado estadounidense. Además, controlaban aproximadamente el 81%-85% del ganado alimentado listo para el mercado nacional procesado (o sacrificado) durante el periodo al que se refiere la demanda.
McDonald’s se suma así a las investigaciones lanzadas por el Departamento de Justicia y el Departamento de Agricultura sobre si las grandes cárnicas han fijado de forma colusoria los precios de la carne vacuna en Estados Unidos.
Además de la alta concentración en la industria mayorista de carne de vacuno, la demanda señala otras características estructurales del mercado estadounidense que han facilitado los supuestos acuerdos o actuaciones colusorias de los demandados. Por ejemplo, que las cárnicas se sitúan en la cima de la cadena de suministro y distribución que, en última instancia, entrega la carne de vacuno al mercado. Las empresas demandadas compran ganado de los cebaderos del país, sacrifican y envasan el ganado para obtener carne de vacuno y, en última instancia, venden la carne de vacuno a compradores de carne de vacuno como McDonald’s.
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La compañía indica en su demanda que las frecuentes reuniones entre sus ejecutivos y empleados clave facilitaron la colusión. “Las conferencias de asociaciones comerciales y otros eventos del sector ofrecían oportunidades convenientes para intercambiar información, planes y estrategias, así como para entablar relaciones”, indica. “Los demandados aprovecharon estas oportunidades para promover sus restricciones colusorias de suministro”, añade.
Los productores de carne han negado haber cometido delito alguno en casos relacionados que se han consolidado en un tribunal federal de Minnesota. Entre los demandantes se encuentran BJ’s Wholesale, Sodexo, Target y Aldi, según informó la agencia Reuters. Los productores de carne de vacuno también se enfrentan a demandas de consumidores estadounidenses, productores de ganado y otros que solicitan el estatus de acción colectiva y daños monetarios en el litigio de Minnesota.