Crisis política y renuncias en Yerba Buena

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El concejal Álvaro Apud (PRO) se refirió al revuelo que se generó en Yerba Buena por la renuncia de Guillermo Casanova como secretario del intendente Pablo Macchiarola y a su banca en el Concejo Deliberante, debido a un escandaloso proyecto del jefe municipal para propiciar obras de gran envergadura sin control.
“Ajustan con el látigo. Es una situación rara, nunca hubiese pensado que esto pase”, declaró Apud.

Apud había denunciado que Macchiarola quería quitarle funciones al Concejo Deliberante de Yerba Buena.

 

Esto se dio luego de una reunión de la comisión de Obras Públicas donde se discutió una propuesta impulsada por el Departamento Ejecutivo Municipal que busca modificar los requisitos para que los proyectos de grandes inversiones inmobiliarias, puedan realizarse sin control legislativo.

El concejal Apud expresó su fuerte oposición a la iniciativa, que propone elevar de 5.000 a 7.500 metros cuadrados el umbral para que las nuevas obras pasen por el Concejo Deliberante. Actualmente, cualquier proyecto que supere los 5.000 metros cuadrados debe ser sometido al análisis y aprobación del cuerpo deliberativo, pero con esta modificación, sólo los proyectos mayores a 7.500 metros cuadrados necesitarían ese control.

Apud argumentó que este cambio le restaría funciones de control al Concejo Deliberante, limitando su capacidad para supervisar el desarrollo urbanístico de la ciudad. “Elevar el límite de 5.000 a 7.500 metros cuadrados significa que muchas obras importantes, que pueden tener un gran impacto en la comunidad, no pasarán por el análisis del Concejo. Esto va en detrimento de la transparencia y el rol de contralor que debemos cumplir”, afirmó el concejal.

Apud recordó que en la gestión de Mariano Campero ya se había pasado de 2500 metros a 5000 metros cuadrados la autorización de grandes obras sin pasar por el Concejo.

Este debate se da en un contexto delicado, luego de que se denunciara que un megaproyecto de construcción de casi 100 galpones en la zona sur de la ciudad no fue tratado por el Concejo Deliberante, lo que generó preocupaciones sobre la falta de control en grandes desarrollos que pueden afectar el ordenamiento urbano y la calidad de vida de los vecinos.