“Seguime Chango”: José de Zer y el estilo único de Nuevediario

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En un pequeño pueblo cordobés, oculto entre los cerros, se esconde un misterioso círculo en un pastizal quemado. Este fenómeno desata una serie de acontecimientos que llevarán a la creación de una de las historias más recordadas de la televisión argentina: la invención del fenómeno alienígena de José de Zer. Bajo la dirección de Diego Lerman y con la destacada interpretación de Leonardo Sbaraglia, El hombre que amaba los platos voladores nos ofrece un viaje alucinante hacia el corazón de un periodista que desafió la realidad y la ficción con la misma pasión. El film ya se puede ver en Netflix.

La película sigue la historia de José de Zer, un periodista de espectáculos que, junto a su camarógrafo de confianza, “El Chango” (interpretado por Sergio Prina), se embarca en una misión para cubrir un supuesto fenómeno extraterrestre en la localidad de Capilla del Monte, en la Córdoba de los años 80. Lo que comenzó como una simple noticia termina por convertirse en un fenómeno mediático de grandes proporciones, cambiando para siempre la forma en que se narran los eventos paranormales en la televisión.

Sbaraglia se adentra en el personaje de Zer a través de testimonios de conocidos y archivos históricos. (Crédito: Federico Romero / Netflix ©2024)

El mito de José de Zer y los ovnis

Leonardo Sbaraglia reveló en un comunicado emitido por Netflix cómo fue su acercamiento al personaje. “No conocía mucho de José de Zer, aunque lo había visto en los medios. Me llamó la atención su capacidad para fabular, su alma de actor. Era un hombre que, sin duda, sabía cómo crear magia en la televisión”, comentó el actor. Para preparar su rol, Sbaraglia tuvo que sumergirse en la mente del excéntrico periodista. “Vi muchas de sus cintas una y otra vez. Lo fascinante era que cada vez descubría algo nuevo en su manera de moverse, en su energía. José era un hombre que hacía sentir que todo era posible”.

Por su parte, el director Diego Lerman confesó que la idea de hacer esta película nació hace cinco años. “Yo suelo vacacionar en Córdoba y me fascinan las historias de extraterrestres que circulan por la zona. Recordé a José de Zer y comencé a investigar sobre él, su trabajo en televisión y su vida pública. Lo que más me interesó fue el fenómeno mediático que surgió de la nada en un lugar donde no había demasiado. José se encontró creando una ficción que se le escapó de las manos”, explica Lerman.

Mónica Ayos en el personaje de una vedette llamada Mónica junto a Sbaraglia como De Zer. (Crédito: Cleo Bouza / Netflix ©2024)

Una fábula sobre creencias y verdades a medias

El hombre que amaba los platos voladores no es simplemente una biografía de José de Zer; es una película que aborda un tema mucho más amplio: el poder de las creencias. “Esta película trata sobre las creencias humanas. Desde los ovnis hasta lo que no podemos ver ni tocar. La posverdad y las fake news son también un tema central. La pregunta es: ¿qué decide la gente creer, y desde dónde toma esa decisión?”, reflexiona Lerman.

A través de la lente de José de Zer, el film explora la delgada línea entre la verdad y la ficción. “José empezó como un escéptico cubriendo un evento que pensaba era puro humo, pero poco a poco comenzó a creer en su propia creación. Esto refleja el dilema de creer o reventar. Es una comedia dramática con elementos de ciencia ficción, pero sobre todo es una reflexión sobre la realidad y la ficción en los medios”, añade el director.

La relación entre José de Zer y su camarógrafo Chango evoca el clásico vínculo de Don Quijote y Sancho Panza. (Crédito: Federico Romero / Netflix ©2024)

La transformación de Sbaraglia

El compromiso de Leonardo Sbaraglia con su personaje fue total. El actor se sumergió por completo en la transformación física y emocional de José de Zer. “Trabajamos mucho en su energía, su postura, su forma de hablar. Por momentos, parecía irreconocible”, cuenta Lerman. Además, destaca la relación entre José y Chango, su camarógrafo. “Hay algo del arquetipo de Don Quijote y Sancho Panza en ellos. José era el loco que iba al frente, mientras que Chango era el cable a tierra”.

La magia de los 80

La recreación de la época fue uno de los grandes retos de la producción. “Buscábamos locaciones que representaran a la Argentina de los 80, con esa estética que marcaba la televisión de la época”, comenta Lerman. Para lograrlo, el equipo de filmación se trasladó a La Carolina, un pueblo minero que parecía detenido en el tiempo. “Cuando vi ese lugar, supe que era ahí. Tuvimos que hacer ajustes en el guion, pero valió la pena”, admite el director.

El director eligió a la provincia de Córdoba para el rodaje por su vínculo personal con la región y su historia de actividades extraterrestres. (Crédito: Netflix)

El film también hace uso de tecnología ochentera, como la famosa cámara U-Matic, que era utilizada por los camarógrafos de esa época. “Era una pesadilla en el rodaje porque se rompía todo el tiempo, pero al mismo tiempo nos daba esa textura tan particular”, recuerda Lerman con una sonrisa.

El hombre que amaba los platos voladores, no solo rescata a una figura icónica de la televisión argentina como lo fue José de Zer, sino que también invita a una reflexión profunda sobre el poder de las creencias, el rol de los medios y los límites entre la verdad y la ficción. Con una narrativa que mezcla comedia, drama y ciencia ficción, la película logra captar la esencia de una época, reviviendo el fenómeno mediático de los 80 y llevándonos de la mano en un viaje hacia lo desconocido.