Después de que Mauricio Macri le advirtiera a Javier Milei que el acompañamiento de Pro al veto a la ley de financiamiento universitario era el último gesto de apoyo parlamentario sin contraprestación, el gobierno de La Libertad Avanza (LLA) activó un plan de contención de sus socios y habilitó las designaciones de dirigentes cercanos al expresidente en áreas estratégicas del Estado.
“Si se abren espacios y son calificados, sin lugar a dudas”, respondieron altas fuentes de Gobierno ante la consulta sobre la posibilidad de que sigan ingresando funcionarios de las filas de Pro.
En principio, todo indica que el plan de desembarco de macristas en la administración libertaria se ejecutará de manera gradual e inaugura una nueva etapa en la convivencia política entre Pro y La Libertad Avanza después de los últimos desencuentros por las votaciones en el Congreso o la estrategia electoral con vistas a 2025.
El puntapié inicial se dio ayer con el nombramiento de María Tettamanti, exCEO de la distribuidora de gas Camuzzi, como reemplazante de Eduardo Rodríguez Chirillo en la secretaría de Energía. La llegada de Tettamanti a la gestión nacional surgió a raíz de un pedido que le trasladó Santiago Caputo, el asesor todoterreno de Milei, a Macri para reforzar el área de energía. Fue el corolario de las charlas secretas entre el jefe de Pro y Caputo para explorar un entendimiento y evitar más cortocircuitos. Cuando la inestabilidad en el vínculo comenzaba a poner en jaque a Milei en el Congreso, consensuaron que Pro podría cooperar en el área de energía ante la inminente salida de Rodríguez Chirillo.
A eso se sumó, apenas horas más tarde, el ingreso de Eduardo Bustamante, exmiembro de la cartera de Seguridad en el gobierno de Macri y actual cónsul general en Montevideo, en reemplazo de Leopoldo Sahores, a quien en Casa Rosada nunca le tuvieron demasiada simpatía. “Larretista y suscribía a la Agenda 2030″, decían en el primer piso de la sede de Gobierno.
La salida de Sahores se pensaba desde hace tiempo, pero se encaminó en las últimas horas después de que se reuniera la canciller Diana Mondino con Caputo. “Es amarillo”, decían poco después del anuncio de la designación sobre Bustamante y admitían que también “fue acercado” por Macri.
“Nos han pedido colaboración en términos de reforzar el equipo de energía”, blanqueó ayer Macri tras participar de un almuerzo con empresarios en el coloquio Idea, en Mar del Plata. Después de los encuentros con Caputo, Macri designó a Emilio Apud, el referente de la Fundación Pensar en materia energética, como su interlocutor para dialogar con Daniel González, el secretario coordinador de Energía, y activar una hoja de ruta. Esas conversaciones derivaron en la designación de Tettamanti, quien había integrado los equipos de Patricia Bullrich en la campaña presidencial de 2023.
“Esto es un apoyo institucional de Pro al Gobierno”, afirman en la cúpula del partido de Macri. El expresidente prefiere ser precavido. Sabe que en el Gobierno son reticentes a la idea de un acuerdo de co-gobiero y que no están dispuestos a resignar puestos de poder frente a Pro. “No queremos que se trabe”, dicen en el seno del macrismo. Por eso, manejan el asunto con hermetismo.
El rol de Ritondo
En paralelo, Macri ungió a Ritondo como su delegado para sentarse a negociar con Caputo la incursión de dirigentes de su riñón en la administración nacional y probar instancias de confluencia política. No solo apuntan a reforzar el diálogo para coordinar el accionar en el Congreso, sino a analizar las chances de converger en los comicios del año próximo. Esa “mesa política” de Pro y LLA tuvo una primera reunión la semana pasada.
A lo largo de la conversación, Ritondo y Caputo evaluaron activar nombramientos de macristas en cargos del Banco Nación, YPF y organismos descentralizados del Estado. Tanto en Pro como en el Gobierno no quieren filtrar nombres. No obstante, trasciende que los diputados Luciano Laspina y Martín Maquieyra serían candidatos de Macri y Ritondo para incorporarse a la gestión de Milei. Laspina recalaría en el Banco Nación y Maquieyra, en YPF, según fuentes de Pro. En el partido amarillo evalúan los eventuales reemplazos de los legisladores para garantizarse que mantendrán fieles en el recambio. “Estamos con los números justos”, admiten. Por esa razón, repasan las listas de suplentes antes de acercar nombres a la Casa Rosada.
En Pro también deslizan que podrían abrirse puestos en la Anses y PAMI para legisladores macristas del interior del país. Hasta hoy, el reparto de esos lugares está a cargo de Eduardo “Lule” Menem, uno de los soldados de Karina Milei que resiste la idea de confluir con Pro.
“Un cambio de actitud”
En el campamento de Pro aseguran que los ingresos se darán de forma gradual. “Hay un cambio de actitud”, admiten los consejeros de Macri. Creen que Milei y Caputo asumieron que corrían riesgos de enfrentarse a una seguidilla de derrotas en el Congreso si el Pro recortaba el apoyo a la resistencia de LLA. “Defender el veto al financiamiento universitario nos costó un montón. Se dieron cuenta de que los iban a llenar de goles”, se ufanan. Por caso, la reforma de la ley de DNU impulsada por la oposición ya asoma como otro desafío para el oficialismo.
En el Gobierno, por su parte, abren lugar a los ingresos, pero en principio más en segundas líneas u organismos descentralizados, incluso provinciales, pero por ahora nada indica que sea en carteras o primeras líneas. “No es un cogobierno”, aclaran en Casa Rosada.
Por ahora, no habrá avances con la Hidrovía, un área que Macri contempla con interés. Receloso del avance del expresidente, Caputo le habría cerrado la puerta a esa negociación.
En paralelo, cerca de Macri afirman que recibió pedidos de Sandra Pettovello, ministra de Capital Humano, para reforzar su equipo tras la salida de Leila Gianni, exsubsecretaria Legal de la cartera. Por ahora no hubo progresos. En el macrismo aseguran que cuesta encontrar candidatos para ingresar a un área donde hubo múltiples salidas en los últimos meses. “El tema es cuál es el proyecto y qué quieren hacer”, argumentan.