Luego de remover a Ricardo Lagorio de la representación argentina ante la ONU y a Leopoldo Sahores del cargo de vicecanciller de Diana Mondino, Javier Milei le envió un duro e inédito mensaje a todo el cuerpo diplomático, donde les exige a aquellos que no estén de acuerdo la política exterior del Gobierno que renuncien a sus cargos. Lo hizo a través de una nota dirigida, uno por uno, a todos los representantes y funcionarios de la Cancillería.
La nota salió directamente de la Casa Rosada, con los nombres de más de 400 miembros de la Cancillería, con copia a la ministra de Relaciones Exteriores. El Presidente le pide expresamente que les haga llegar la exigencia “a la totalidad de los funcionarios y personal de su jurisdicción, así como el personal diplomático y civil del Servicio Exterior de la Nación”.
La funcionaria había estado ayer en la Casa Rosada, reunida con el asesor del jefe de Estado, Santiago Caputo. En el texto es dedicadamente elogiada por el Presidente, que le agradece su labor a pesar de que durante la mayor parte de este año Mondino fue duramente cuestionada por la cúpula del Gobierno. Al punto de que la secretaria Karina Milei envió a una funcionaria propia, Úrsula Basset, para que interviniera la cartera. Milei hizo lo propio al nombrar como secretario de Culto a un hombre propio, Nahuel Sotelo, que se puso al frente de la cruzada con los funcionarios y diplomáticos de línea.
En la nota, donde están citados cientos de funcionarios y diplomáticos con nombre y apellido, Milei cita un fragmento de su discurso ante la Asamblea General ONU, hace dos semanas, donde cuestionó la Agenda 2030. “No es otra cosa que un programa de gobierno supranacional de corte socialista que pretende resolver los problemas de la modernidad con soluciones que atentan contra la soberanía de los estados-nación, y violentan el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad de las personas”, dice. En ese momento, Lagorio, que había actuado en contra de los lineamientos libertarios, aún estaba en el cargo. Días después fue reemplazado.
En su explicación, Milei agrega que esta nueva doctrina implica, por definición, “que ningún funcionario de esta administración ni quienes representan a la Argentina en el exterior deben acompañar ninguna iniciativa (que vaya en contra) de valores que son pilares de esta nueva administración”.
Y al final, conmina al cuerpo diplomático, con claridad, a renunciar en caso de que no estén alineados con los lineamientos de la política exterior libertaria: “Quienes no se encuentren en condiciones de asumir los desafíos que depara el rumbo adoptado en defensa de las ideas de la libertad, deberán dar un paso al costado”.
Hace tiempo que en la Casa Rosada mastican bronca contra los funcionarios y diplomáticos de línea, al punto de que un importante funcionario había dicho, off the record, dos semanas, que consideraba que “son todos comunistas”. Ya entonces cerca de Milei manifestaban intenciones de deshacerse de funcionarios que no estuvieran alineados con sus lineamientos, pero sopesaban maneras de avanzar.
La carta fue discutida ayer a media tarde en la mencionada reunión en el despacho de Santiago Caputo en Balcarce 50, con Mondino, Sotelo, el asesor en comunicación Juan Carreira -mano derecha del poderoso asesor, mejor conocido en redes como “Juan Doe”- y Caspar Sprungli, que acaba de reemplazar a Federico Bartfeld como jefe de Gabinete del ministerio.
La Cancillería es un hervidero desde hace meses. Tras el desembarco de Basset y de Sotelo, el vicecanciller Sahores fue sido echado para ubicar en el cargo a un miembro de PRO, Eduardo Bustamante, que trabajó en las filas de Patricia Bullrich durante el macrismo. Y poco antes había ocurrido lo propio con Lagorio, que debió dejar su rol en Nueva York frente a Naciones Unidas.
Pero más allá de las internas, la fuerte disputa por el impuesto a las Ganancias que se prolonga largamente entre las autoridades de la cartera y los funcionarios y diplomáticos llegó a la Justicia. Y ahora el Gobierno está a la expectativa de que salga una resolución para dirimir en la disputa.