Fue una fiesta de 15 increíble, la disfruté toda la noche”, cuenta entusiasmada Olivia Martínez en exclusiva a ¡HOLA! tras haber celebrado su cumpleaños el viernes 11. Si bien la hija de Mariano Martínez (45) y Juliana Giambroni (35) había cumplido años el día anterior –sus padres la sorprendieron con una moto eléctrica de regalo–, el gran evento para ciento sesenta invitados tuvo lugar el viernes en el espacio Jano’s, en Maschwitz.
Y nadie faltó a la cita. La familia ensamblada asistió al completo. Ade – más de sus hermanos, Milo (11) –el segundo hijo de Martínez y Giambro – ni–; Alma (7) – fruto de la relación del actor con Camila Cavallo (30)–, y el pequeño Dante Di Chiara (4) –hijo de Giambroni y su pareja, el empresario Matías Di Chiara–; también estuvieron Triana Ybañez (36), la actual novia de Martínez; su ex, Camila Cavallo (muy bien escoltada por su novio, Mario Guerci) y Christian Sancho y su mujer, Celeste Muriega, entre otros.
“Todo fue soñado… el clima, la organización, los amigos. Me hizo muy feliz verla a Oli tan contenta. Creo que estos son los momentos de la vida que voy a atesorar para siempre en el alma”, recuerda Mariano Martínez al día siguiente.
COMO UNA PRINCESA
Minutos después de las nueve de la noche llegaron los primeros invitados. Puertas adentro, en el enorme salón –ambientado con flores y follaje naturales y arañas de cristal– hubo una recepción de bienvenida, en la que se sirvieron exquisiteces mexicanas, italianas y japonesas. El hitazo de David Guetta y Bebe Rexha, “I’m Good” fue el puntapié para dar comienzo a la fiesta y a la entrada triunfal de la quinceañera, quien en su primer look (lució tres cambios) eligió un vestido de corte sastrero (un blazer cruzado) en tono blanco, rematado con plumas (firmado por Jano’s Atelier, que se ocupó del vestuario de la homenajeada). “Me encantó bailar con to – dos, con mis amigas, mis amigos, mi familia… Me había propuesto vivir el momento. Y fue lo mejor que pude haber hecho porque la pasé especta – cular”, dice Olivia.
El segundo cambio fue un vestido de estilo principesco –con corset y gran pollera, confeccionado con tul y glitter en texturas semitransparentes– que sorprendió a todos los presentes. “Fue un shock verla con ese vestido sacado de un cuento. Ya lo habíamos fichado en una pri – mera prueba y nos encantó. Le dije: ‘Este es el tuyo’. Lo genial de Oli es que siempre tiene muy en claro lo que quiere, tiene mucha personalidad”, explica su mamá, Juliana.
EL VALS INOLVIDABLE
Después del plato principal –lomo con verduras asadas; de postre, volcán de dulce de leche, su favorito–, Olivia se subió al escenario para soplar las velitas en una torta de dos pisos, preparada con chocolate, dulce de leche y butter cream. Con los aplausos y el feliz cumpleaños, la heredera del actor recibió un regalo sorpresa de sus íntimas. “Armaron un video con mensajes de las personas que más quiero, me hicieron llorar y reír al mismo tiempo. Incluso escribieron una canción que hablaba sobre mí y de nuestro grupo”, cuenta. Olivia asegura que tuvo serias dudas de bailar el vals, pero finalmente se animó a conquistar la pista (custodiada por muchas bolas de espejo) con su papá famoso. “A ella no le gusta ser el centro de atención, pero por otro lado no quería perderse ese momento único padre-hija para el recuerdo”, cuenta Juliana. “Bailamos con algo de nervios, pero se disfrutó al fin. Incluso después la sacó a bailar su hermano Milo y ese fue un gran instante también. Me dio mucha ternura verlos cómo se abrazaban. Ellos tienen una relación muy, muy linda”, cuenta Mariano.
FIN DE FIESTA
Con el tercer cambio de look –un vestido corto de microtul en tono nude con flecos de strass–, Oli inauguró el carnaval carioca, con cotillón. La banda Duo Cuore tomó el escenario y alentó a los invitados con sus covers de cumbia y los hits de hoy. “Para mí era clave que sonara buena música para bailar, sobre todo en una fiesta de 15. Si bien me gustan mucho las canciones en inglés, también me divierte bailar temas en nuestro idioma, así que pasamos temas de todos los estilos”, cuenta entusiasmada Olivia.
El brindis atrapó la atención de todos una vez más. “Con Oli tenemos una relación hermosa. Y siempre estuvimos juntos en cada una de sus etapas. Cuando miro para atrás, no puedo creer cómo pasó el tiempo, era tan chiquita… Yo voy a estar siempre para Olivia, ella lo sabe. Es mi primer gran amor”, dijo su papá tras el festejo que se extendió hasta la madrugada. Olivia fue la última en dejar el salón. “Mi hermana Alma, con 7 años, estuvo hasta las cinco y media de la mañana bailando. Una genia, todo el tiempo venía, me abrazaba y me decía ‘Qué linda que estás, te amo’”, cuenta entre risas.
El souvenir fue una camiseta de la selección argentina. “Las elegimos con mi mamá, yo siempre fui bastante futbolera”, dice Oli y concluye, feliz. “A todos los vi muy contentos, se notó que la habían pasado bien. Y la idea de la fiesta era esa: estar juntos y disfrutar de la noche”.