En los últimos años, y de manera acentuada tras la pandemia, la forma de mirar televisión ha cambiado radicalmente. La emergencia de la TV Conectada o Connected TV (CTV) ha sido un factor crucial en esta transformación. Este concepto incluye todos los consumos de contenidos audiovisuales transmitidos por internet a televisores o dispositivos conectados a estos. Según un informe reciente de Comscore, consultora de reconocimiento internacional, la CTV ha incrementado notablemente su presencia en América Latina, siguiendo el camino de crecimiento que tuvo en EE.UU., donde el streaming ya superó a la televisión abierta en tiempo de encendido.
En 2023, los usuarios de Connected TV representaron un 55% de la población online de América Latina, un crecimiento del 35% en comparación con 2022, cuando solo alcanzaba al 41% de las personas con acceso a internet. Dentro de este universo, el 94% de los usuarios de CTV accede a través de su smart TV, el 28% usa decodificadores con conexión a internet, el 21% emplea dispositivos de streaming (Roku, Google Chromecast, Apple TV, etc.) y el 17% accede a través de consolas de videojuegos.
Asimismo, según este trabajo de Comscore, el promedio de los hogares CTV de Latinoamérica tiene un total de 7,9 suscripciones a plataformas de streaming, divididas aproximadamente en 4,2 servicios pagos y 3,6 gratuitos. La presencia de niños es un factor determinante en el consumo de plataformas premium. El 73% de los hogares con niños tiene acceso a tres o más suscripciones pagas, mientras que en los hogares sin niños el porcentaje desciende a un 66%.
Los principales servicios de streaming con publicidad y de acceso gratuito son YouTube, Pluto TV y Facebook Watch. De hecho, el 95% de los hogares CTV ha visto contenido en uno de estos servicios por lo menos una vez al mes y el 87% lo hace varias veces a la semana.
Más allá del dispositivo y las plataformas, lo principal es el contenido online que vemos desde nuestras televisiones. Según la encuesta, el 93% de los usuarios de CTV ve películas y un 85% ve series. Los deportes y las noticias alcanzan a un 55% y 52% de los consumidores, respectivamente.
Estos hábitos de consumo se reflejan en los comportamientos frente al televisor; el 76% expresa que «siempre o a menudo» se sienta a ver una película o programa completo, mientras que el 62% ‘maratonea’ una serie con la misma frecuencia. Entre las actividades simultáneas que realizan con el televisor encendido, los encuestados destacaron comer, mirar redes sociales y hacer tareas del hogar (cocinar, limpiar, etc.).
El informe de Comscore también analiza cómo nos relacionamos los usuarios con las publicidades, encontrando que más de la mitad estaría dispuesta a ver anuncios en lugar de pagar un precio de suscripción más alto. El 32% prefiere un servicio con un precio accesible y una cantidad moderada de anuncios, mientras que un 20% prefiere un servicio gratuito sustentado completamente por publicidad. En cuanto al impacto de la publicidad en CTV, un 33% de los encuestados conoció un producto nuevo, otro 33% buscó información en internet sobre algo que vio en un anuncio, el 21% comentó los anuncios con otras personas y un 15% compró algo que vio en una publicidad.
La Connected TV en América Latina es un fenómeno en constante crecimiento. Cada año se observa un aumento en la cantidad de usuarios que adoptan esta forma de consumir contenido audiovisual. Con la caída de la televisión tradicional y el acceso cada vez más democrático a dispositivos de CTV, estamos frente a un universo en expansión. Comscore ya anunció que ha iniciado el relevamiento para la edición 2024 de su estudio y estaremos atentos a los resultados.
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