Elisa Carrió salió a dar un fuerte respaldo a Fernanda Miño, la mano derecha de Juan Grabois que fue allanada la semana pasada por el presunto robo de una moto.
El miércoles pasado Grabois le apuntó al Gobierno nacional por un allanamiento policial en la casa de la ex titular del Fondo de Integración Socio Urbana (FISU), en villa La Cava, San Isidro. . “Están cruzando una línea roja más”, denunció el dirigente.
Este lunes, en la Universidad Católica Argentina, convocado por Fundar, Cáritas y Techo Argentina, la dirigente de Grabois y Carrió estuvieron junto al Arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, y Sebastián Welisiejko, predecesor de Miño durante el gobierno de Macri.
“Sin clase media no hay movilidad social ascendente, solo queda un país de ricos o pobres que es a donde nos quieren llevar” dijo Carrió, que dijo que el gobierno nacional pretende ganar las elecciones del año que viene para derogar la constitución y erradicar los derechos humanos.
Por su parte García Cuerva reivindicó la integración socio urbana, combatida por la ministra Sandra Pettovello. “Esta política pública ha sido revolucionaria, porque sentó a los pobres en la discusión junto a los políticos, los curas, la academia y demás actores”, dijo el arzobispo. “Esta fue una política que construyó puentes. Hoy estamos viendo que se profundiza una política del tobogán, donde el Estado apenas si les da dádivas a los pobres, que no son convocados a participar”, dijo García Cuerva y agregó que a “este abandono del Estado lo suple el crecimiento del estado narco”.
Miño dijo que “esta no fue una política de un sector, habíamos logrado que toda la sociedad trabaje por la integración de los barrios populares: gobiernos locales, cooperativas, clubes de barrio, empresas, iglesias”. “Yo creo que no nos perdonan haber utilizado el Aporte de las Grandes Fortunas para esto, pero no voy a bajar la cabeza y seguiré peleando por lo que creo”, dijo.
Por último, Welisiejko que estuvo acompañado por otros ex funcionarios del gobierno macrista como María Migliore, Juan Maquieyra y Gabriel Castelli, llamó a “construir una alternativa política que nos saque del lugar de queja y nos ponga a generar soluciones que nuestro país necesita. Esta política fue un ejemplo de que podemos hacerlo”.