El expresidente Alberto Fernández ratificará la denuncia por falso testimonio contra Florencia Aguirre, la esteticista de Fabiola Yañez, en una audiencia virtual prevista para este miércoles, a las 11. En su testimonial, la cosmetóloga declaró el 10 de septiembre pasado no haberle creído a la ex primera dama cuando esta le dijo que el moretón en uno de sus ojos fue producto de un golpe involuntario por parte de Fernández.
La abogada del expresidente, Silvina Carreira, sostiene que la cosmetóloga actuó con una manifiesta “animosidad” en contra del expresidente, incurriendo en “gravísimas faltas a la verdad”.
La acusación se sostiene en tres hechos: según la defensa del expresidente, la esteticista Aguirre mintió al dar una apreciación personal sobre el hematoma –dijo creer que no era producto de un golpe involuntario–; “mintió” al decir que estuvo en Olivos en una fecha determinada, y “mintió” al negar haber realizado un tratamiento específico –el Plasma Rico en Plaquetas– sobre Yañez. Este último punto es importante en la estrategia delineada por Fernández, quien sugirió en una entrevista que el moretón era el resultado de un tratamiento estético.
“La mencionada ‘testigo’ -se afirma en la denuncia, en alusión a Aguirre- claramente fue con una animosidad marcada en contra del Sr. Alberto Fernández, realizando falsas afirmaciones por sobre el supuesto hematoma que tendría Fabiola Yañez”.
Y se detalla que, cuando el fiscal Ramiro González le preguntó por qué motivo no creía que el hematoma hubiera sido el resultado de un golpe involuntario la esteticista respondió: “Por la forma en que tenía el hematoma no parecía un ‘sin querer’”
“Quizá por hacer un cursito on line cree que puede arrogarse una condición médica que no posee afirmó que según ella no fue a propósito. A decirlo con todas las letras: fue a perjudicar a Alberto Fernández”, señala la abogada Carreira.
La segunda afirmación falsa que le imputa Carreira a la esteticista es acerca del presunto tratamiento. “No, no aplico botox porque no soy médica. Sí tengo conocimiento de Plasma Rico en Plaquetas, pero no realicé ese tratamiento a la Sra. Yañez”, dijo Aguirre.
La abogada de Fernández refuerza esta afirmación al contraponer las declaraciones de tres testigos aportados por la defensa. Dos de ellos afirman que la ex primera dama se sometía a tratamientos invasivos, mientras que un tercero, Romina Cintia Tonietti, aportó el nombre de la profesional: “Flor”.
Sin embargo, los dos primeros testimonios no tienen peso dentro de la causa –declararon bajo identidad reservada frente a un escribano, no frente al fiscal González– y el de Tonietti ha sido cuestionado por los abogados de la querella, Mauricio D’alessandro y Mariana Gallego, quienes plantearon su nulidad por una presunta cláusula de confidencialidad que rige sobre extrabajadores de Olivos.
Además de objetar la opinión de Aguirre sobre el moretón, la defensa también cuestiona la fecha en la que la esteticista afirmó haber estado en Olivos. “Vuelvo a Olivos el 29 de junio y me la encuentro con un hematoma en el ojo, le pregunto qué le pasó y me dice que fue Alberto sin querer, la verdad que la miré y no le creí. No le pregunté nada más”, relató ante el fiscal González.
“Ello es mentira -sostiene Carreira-. La Sra Aguirre jamás concurrió a la Quinta Presidencial de Olivos el día 29 de junio de 2001 a ese lugar. Solo hay que confrontar los registros de entradas y salidas”. Por ello, la defensa solicitó como medida de pruebas esa plantilla. Sin embargo, tal como consignó este medio, el flujo de personas que entraban a la quinta no quedaba necesariamente plasmado en el registro de ingresos y egresos.
“No podemos vivir en una sociedad donde una persona diga cualquier cosa, se impute a ciudadanos y no pase nada. Debe afrontar -dice la denuncia sobre Aguirre- las consecuencias jurídicas de sus actos maliciosos”, concluye la denuncia.
Recusación
La defensa de Fernández intenta desde hace semanas apartar al fiscal González de la causa. En el estudio de la abogada Carreira entienden que actúa en “tándem” con la querella y que, por ello, tres de los cuatro testigos de la defensa fueron desestimados.
Por un lado, la declaración de Amalia Tereza Moreno, un extrabajadora de la quinta presidencial, fue suspendida luego que se extendiera varias horas más de lo previsto la testimonial de otra empleada de Olivos, Romina Tonietti, cuya validez fue cuestionada por la querella. Los abogados de Yañez aducen que Tonietti violó una cláusula de confidencialidad que firman quienes trabajan en Olivos por motivos de seguridad.
Tras el planteo, el fiscal decidió suspender la declaración de otras dos trabajadoras que prestaron servicios en la quinta presidencial: la “ama de llaves”, Karina Daniela González, y Noelia Del Valle Gómez, quien era la niñera de Francisco, el hijo de la pareja.
La defensa cuestiona, además, que el fiscal no haya convocado a otra testigo, la “b”, quien no está alcanzada por la cláusula de confidencialidad y es “amiga intima” de Yañez.