Michael Dell analizó por qué la inteligencia artificial será clave para el futuro empresarial

0
6

El director ejecutivo de Dell, Michael Dell, dirige su compañía desde su creación en 1984 (REUTERS/Shannon Stapleton)

Michael Dell, fundador y CEO de Dell Technologies, lideró su empresa desde su creación en 1984 en su dormitorio universitario, llevándola a generar ingresos anuales por 88.000 millones de dólares. Casi cuatro décadas después, sigue al mando de la compañía, que ha logrado adaptarse a los cambios tecnológicos más disruptivos.

Dell Technologies tomó un rol central en el mercado emergente de la inteligencia artificial (IA), posicionándose como un proveedor de soluciones integrales que abarcan desde servidores acelerados y almacenamiento de datos no estructurados hasta PCs con capacidades de IA y servicios de red. Estas ofertas responden a las crecientes demandas de las empresas, que buscan implementar inteligencia artificial rápidamente y garantizar la protección de datos sensibles.

El uso empresarial de la IA está en expansión. Este año la están adoptando el 72% de las compañías, en comparación con el 55% de 2023. Sin embargo, el camino aún es incierto: menos del 10% de las organizaciones han logrado mejoras significativas en sus beneficios operativos gracias a la inteligencia artificial a gran escala, según estudios de la consultora McKinsey. En este sentido, las compañías se enfrentan a desafíos relacionados con costos, talento, seguridad y riesgos, pero buscan mantenerse a la vanguardia aprovechando al máximo estas nuevas herramientas.

En una conversación con Tarek Elmasry, socio senior de McKinsey, Michael Dell compartió su visión sobre el impacto de la IA y la IA generativa, así como la creciente relevancia de los datos y la resiliencia del mercado de los ordenadores personales. También reflexionó sobre las lecciones de liderazgo aprendidas a lo largo de 40 años de evolución tecnológica.

“La IA no es solo una tendencia más, es una fuerza transformadora”, afirmó. Asimismo, según el empresario, estamos en los primeros pasos de una revolución que transformará tanto los negocios como la vida cotidiana, comparándola con la invención de la luz eléctrica.

Para Dell, la inteligencia artificial será clave para el futuro empresarial (REUTERS/Dado Ruvic/Ilustración)

La IA avanza, pero enfrenta desafíos

Dell reconoce que el camino hacia una adopción efectiva enfrenta obstáculos como los costos, la escasez de talento especializado y las preocupaciones de seguridad. Además, cree que la capacidad de aplicar conocimiento global sobre cualquier tema y sintetizarlo con precisión impulsará el avance de los descubrimientos científicos, promoviendo mayor bienestar, salud y éxito en las personas.

También considera que esta tecnología mejorará todo aquello que los seres humanos se proponen alcanzar. “Estoy muy entusiasmado con este desarrollo”, expresó, aunque reconoció que, como ocurre con cualquier innovación, persisten incertidumbres sobre su evolución. “Nadie sabe exactamente cómo se desarrollará, pero nos encanta estar en el centro de todo”.

“Todo lo interesante que se quiere hacer en el mundo gira en torno a los datos”, agregó Dell, subrayando la importancia de un manejo eficiente de los datos para resolver desafíos como la automatización de vehículos y el desarrollo de nuevas terapias médicas.

Dell compartió ejemplos de aplicaciones de IA en la industria farmacéutica, como su uso en la investigación de medicamentos y la organización de ensayos clínicos. Estas tecnologías también están transformando áreas tradicionales como la predicción en las cadenas de suministro y la documentación. “Hace dos años no estábamos hablando de esto”, destacó, en referencia a la rapidez con la que ha avanzado la inteligencia artificial generativa.

“Esta mañana, me reuní con una empresa farmacéutica. Estábamos hablando de cómo la IA podría ayudar a la compañía en el descubrimiento de fármacos, en su proceso de búsqueda de personas para ensayos de fármacos, en su proceso de documentación, en la previsión de su cadena de suministro y más. Como la mayoría de las empresas, están apenas comenzando. No hablábamos de esto hace dos años. La IA, el aprendizaje automático, los modelos de propensión y similares ya existen desde hace tiempo. Pero todo está adquiriendo una nueva perspectiva debido a toda la atención que ha recibido la IA generativa”, dijo Dell.

Dell destacó la importancia de un manejo eficiente de los datos para resolver los desafíos (Imagen ilustrativa Infobae)

Datos: entre la nube y los centros físicos

La expansión de la IA ha puesto de relieve el reto de la gestión de datos. Dell cree que, si bien muchos datos se procesarán en nubes y centros de datos, una gran parte seguirá generándose y utilizándose en entornos físicos. “Nadie entregará todos sus datos a un proveedor sin control”, afirmó, enfatizando que la seguridad de los datos será crucial en la próxima década.

Explicó, además, que un centro de datos o una nube es un lugar donde se extraen los datos del mundo físico para hacer algo que los haga más valiosos. Si bien sostuvo que no van a desaparecer, afirmó que se cree que puede crear valor a partir de los datos en un lugar que se alquila, como una instalación de co-ubicación; también en las propias instalaciones.

“Nuestro trabajo consiste en conectar todas las piezas, ofreciendo a los clientes las mejores opciones y elecciones. Las organizaciones protegen celosamente sus datos más valiosos, que pueden ser su propiedad intelectual más importante. Es un activo increíblemente valioso. Así que las empresas no se limitan a enviar esos datos a un proveedor y decirle: ‘Claro, puedes quedártelo todo. Hagan lo que quieran con ellos. Véndelos a nuestros competidores, entrena tus modelos, y nosotros te enviaremos todo nuestro dinero hasta que no tengamos más’. La gente se ha dado cuenta de que no es una gran idea”, aseveró.

Y agregó: “La próxima frontera para este tipo de tecnologías es liberar el poder de esos datos para que las organizaciones puedan ser más productivas y eficientes, e incluso reinventarse. Ahora estamos avanzando hacia ese tipo de capacidad. Estamos viendo todo tipo de procesos que podrían mejorar drásticamente los resultados, ya sea en el desarrollo de software, el servicio al cliente, las ventas, la documentación o el marketing, y así sucesivamente”.

Por otra parte, contrario a las predicciones sobre la desaparición de las PCs, Dell sostiene que estos dispositivos vivirán un resurgimiento gracias a la integración con unidades de procesamiento neuronal (NPU, por sus siglas en inglés), que permitirán procesar datos de manera más eficiente. “El futuro de la PC es ser una herramienta que ahorra tiempo y mejora la productividad del usuario”, afirmó.

Regulación y liderazgo en un entorno dinámico

El fundador de Dell Technologies reconoció los desafíos de la regulación en un contexto de rápidos avances tecnológicos. “Cada regulación corre el riesgo de volverse obsoleta en 12 a 18 meses”, advirtió, aunque subrayó la importancia de establecer límites para evitar abusos.

“Es necesario que haya algunas barreras y regulaciones, pero en los mercados de los países se ve una variedad de enfoques, desde ‘déjalo ir’ hasta ‘es una mala idea, no lo hagas’. Cuando Edison sacó la bombilla, los fabricantes de velas dijeron: ‘Esto es horrible’. A los defensores del status quo nunca les gusta el cambio y el progreso”, señaló.

Para Dell, siempre existe el temor de que estas tecnologías vayan a sustituir a los humanos. Y cree que esta idea es totalmente errónea.

La IA va a mejorar a los humanos, no a sustituirlos. Si soy un trabajador del conocimiento en una organización, quiero la mejor herramienta posible para ayudarme a hacer mi trabajo. Si tengo una tarea o una reunión o cualquier otra cosa para la que deba prepararme, quiero una herramienta que me ayude a encontrar todos los datos relevantes en toda mi plataforma digital. La IA que mejora a las personas ofrece a las empresas muchas más opciones y mucha flexibilidad. Mejora el mundo, aumenta las oportunidades y expande las economías. Creo que la IA conducirá a un fantástico período de expansión económica global”, aseguró.

Dell llevó a su compañía a generar ingresos anuales por 88.000 millones de dólares (REUTERS/Sarah Meyssonnier)

Lecciones de liderazgo y trabajo en equipo

Dell ha aprendido a lo largo de su carrera que la capacidad de adaptación es clave para el éxito. “Decimos: o cambias o mueres”, explicó, aludiendo a las decisiones estratégicas que definieron el rumbo de la empresa, como la adopción temprana de servidores basados en microprocesadores. También mencionó fracasos, como la incursión en el mercado de teléfonos móviles, donde no lograron competir debido a la falta de experiencia en sistemas operativos.

El empresario destacó la importancia del trabajo colaborativo y elogió la contribución de Jeff Clarke, director de operaciones de la compañía. Además, compartió un consejo para futuros innovadores: “Estudien matemáticas y ciencias, y encuentren algo que los apasione. La curiosidad es el motor del progreso”.

Y recordó que su propia curiosidad fue fundamental en su carrera: “Mis padres me dejaron explorar, incluso cuando desmontaba cosas en casa. Esa curiosidad marcó la diferencia”.

Grandes hitos estratégicos de Dell

Elmasry destacó que Dell estuvo en el centro de algunas de las transacciones más rentables en la industria tecnológica, como la decisión de convertir Dell en una empresa privada y la compra de EMC y VMware por 67.000 millones de dólares en 2016, la operación más grande del sector en ese momento.

Dell explicó que estos movimientos estuvieron estratégicamente alineados con condiciones financieras favorables: “En los últimos 12 años, hubo tres momentos en que los bonos del Tesoro a diez años estuvieron por debajo del 2%. La primera vez fue cuando nos hicimos privados. La segunda, cuando compramos EMC y VMware. La tercera, durante la pandemia de coronavirus. Cuando el dinero está barato, pasan cosas”.

Uno de los momentos más decisivos para la compañía fue el lanzamiento de servidores basados en microprocesadores. Dell recordó que la empresa comenzó vendiendo PCs de forma directa al cliente, una idea que calificó como “bastante buena”. A medida que los microprocesadores se hicieron más potentes, la compañía aprovechó la oportunidad de incursionar en servidores, un mercado que exploraron desde mediados de los años 90.

Con la expansión del internet y la llegada de la computación en la nube, la infraestructura pasó a estar definida por software, lo que incrementó la demanda de almacenamiento de datos. Según Dell, el cambio en los patrones de compra fue significativo: los clientes dejaron de adquirir por separado los componentes de sus servidores y empezaron a buscar sistemas integrados y servicios más completos. “Los clientes querían más capacidad y nosotros supimos gestionar esos cambios”.

Sin embargo, durante su conversación con Elmasry admitió que no todas las decisiones estratégicas fueron exitosas. Al respecto, puntualizó en el mercado de los teléfonos móviles: “Fueron un giro que no logramos descifrar, aunque lo vimos venir”.

“No somos una empresa de sistemas operativos. Eso definió el éxito en los móviles, y Android e iOS ganaron. No había forma de obtener un buen retorno de inversión fabricando teléfonos Android”, explicó, en referencia a la breve vida de los modelos Venue y Venue Pro, lanzados en 2010 y descontinuados en 2012.

Por último, subrayó la importancia de la velocidad en la toma de decisiones y la necesidad de mantener claridad sobre las prioridades estratégicas de la empresa. “Nos encanta trabajar con clientes que nos desafían a ir más rápido”, afirmó. La clave, según Dell, está en enfocarse en lo esencial: “Queremos ser los mejores en lo que hacemos bien y dedicar menos tiempo a lo que no aporta valor”.