Vuelven a pedir la expulsión de la UCR de los radicales mileistas

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Tras la votación en Diputados, que ratificó el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario, el presidente de la Juventud Radical nacional, Adriano Morone, expresó en sus redes que el Tribunal Nacional de Ética de la Unión Cívica Radical (UCR) debería expulsar a Mariano Campero, Luis Picat, Pablo Cervi y Martín Arjol.

Se trata de cuatro diputados del centenario partido que acompañaron al Gobierno con esta medida que desfinancia la educación superior. “Tampoco puede haber complicidades dentro del bloque de Diputados de la UCR y deben ser apartados inmediatamente”, exhortó el dirigente.

En la misma línea, el ex presidente de la Juventud Radical de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Agustín Rombolá, envió una carta a la Convención Nacional y a la Presidencia de la Unión Cívica Radical, donde vuelve sobre un pedido de expulsión del partido que había solicitado el 11 de septiembre pasado para ocho diputados, entre los que se encontraba Rodrigo de Loredo.

En este caso, reitera el pedido, subrayando que cuatro de esos diputados denunciados votaron ahora en contra del financiamiento univeristario, en referencia a Campero, Picat, Cervi y Arjol. Se trata de los mismos legisladores que fueron suspendidos en septiembre por la mesa de la Convención Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR), luego de que se reunieran con Javier Milei, para luego votar a favor del veto presidencial que bloqueó la ley de movilidad jubilatoria.

En la misiva, Rombolá aclara que pone su renuncia al partido a disposición “si estos cuatro diputados no son expulsados de la Unión Cívica Radical, cumplidos los procesos correspondientes, conforme a la Carta Orgánica de nuestro partido”.En una entrevista radial, Rombolá se refirió a lo ocurrido este miércoles como “la gota que rebalsa el vaso”, en referencia a posiciones que viene cuestionando de los representantes del radicalismo, como los apoyos a la Ley Bases y el DNU 70/2023, posiciones contradictorias respecto al ajuste a las jubilaciones y ambigüedades en la sanción a sus pares que visitaron a genocidas condenados por crímenes de lesa humanidad en la cárcel de Ezeiza.”Se acaba la tolerancia y es un quiebre para la vocación de futuro del radicalismo. No queremos debatir, reflexionar ni discutir cuestiones del radicalismo con esta gente. Debiera ser el último día de Picat, Campero, Arjol, Cervi o el último día de cientos de militantes, que ya no nos sentimos representados por estos y otros diputados que nos vienen decepcionando”, afirmó Rombolá.El joven dirigente indicó que el centenario partido se encuentra en un punto de inflexión, en el que “se rompe o desaparece”, ya que “no se puede convivir con el enemigo”.En este marco, además del cuestionamiento a los mencionados diputados, también se refirió a los “arquitectos intelectuales” de un “radicalismo entreguista”, en referencia a Ernesto Sanz, Alfredo Cornejo, Rodrigo de Loredo y Luis Petri.”Trabajan para un radicalismo acompañante, de reparto, cerquita de los lugares que no transforman el futuro de los argentinos”, dijo de los dirigentes mencionados y adelantó que hay un sector que está dispuesto a enfrentar a quienes “quieran tranzar con La Libertad Avanza”.”Yo quiero que me contesten los diputados del radicalismo qué les ofrecieron a Arjol, Cervi, Campero y Picat, y a Rodrigo de Loredo, para que haya un bloque radical que cobra por las dos ventanillas”, concluyó Rombolá, advirtiendo que si la conducción del Partido no brinda explicaciones, “nos iremos para construir un radicalismo popular”