Uno de los actores polacos del presunto esquema Ponzi de San Pedro habla por primera vez: “Nos usaron para engañar a otros”

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Mauryc Lyczko y Filip Wałcerz en la gala del hotel Emperador del 21 de septiembre pasado

Filip Walcerz cerró su perfil de Instagram esta semana tras regresar de Argentina, atravesado por amenazas y comentarios hostiles. No sabe qué podrá pasar. Tal vez, termine con un exhorto internacional en su contra. Su rol en la trama de un supuesto esquema Ponzi masivo que envuelve a la ciudad bonaerense de San Pedro es al menos extraño, insólito para la Justicia penal argentina: la empresa Knight Consortium, que motorizó el negocio de RainbowEX, lo contrató junto a su compatriota y colega Maurycy Lyczko para posar como ejecutivos de la firma en la gala para enlazar inversores y potenciales víctimas que se realizó el 21 de septiembre en el hotel Emperador de Buenos Aires.

Hoy, la Justicia federal con el fiscal Matías Di Lello, que investiga la promoción de una posible intermediación financiera ilegal, mira su rol con interés, mientras RainbowEX está bloqueada en Argentina con un oficio en su contra del ENACOM, sin registro oficial en la Comisión Nacional de Valores. En la Justicia de instrucción de San Nicolás, cuatro víctimas se presentaron a denunciar ante la fiscal María Viviani. La financiera Over Cash, sospechada de ser el enlace local con Knight Consortium, fue allanada por la Policía Federal a comienzos de esta semana.

El allanamiento a la financiera Over Cash

De vuelta en Polonia, Walcerz contestó un cuestionario vía e-mail de Infobae en donde aclaró en el cuerpo principal del mensaje: “Ninguno de nosotros se esconde y no tenemos nada que ocultar. Personalmente estoy devastado por toda esta situación. Nunca esperé ser parte de tal escándalo. He vivido toda mi vida únicamente a través del arte, la música y el cine y nunca me he involucrado en nada más. Realmente quisiera que los argentinos supieran y entendieran que nosotros no estamos detrás de todo esto”, agregó el actor y compositor polaco.

Y sumó: “Yo no represento a Knight Consortium, no tengo intereses en la firma, no conocí a nadie de ella. No soy un hombre de negocios ni manejo criptomonedas, soy un actor al que contrataron para ser el anfitrión de una gala de premios en Buenos Aires para promocionar a la compañía”.

-¿Y quién lo contrató?

-Una agencia asiática con la que antes trabajé. En 2023, fui recomendado por una agencia de casting polaca para filmar un breve comercial de uso interno. No había nada mal con ese proyecto, así que no sospeché ninguna treta o amenaza, ciertamente nada deshonesto. Se me informó que mi trabajo iba a ser presentar el evento, dar un discurso, participar en una rifa, premiar a los ganadores, darle la mano a la gente y tomarnos fotos. El guion nos fue enviado el día antes. En el ensayo, nos dijeron que nuestros nombres iban a ser Jeremy Jones y Timothy Murphy. Nos dijeron que todo era normal, que las empresas asiáticas contrataban actores para representarlos en eventos.

Walcerz, sería, precisamente, Jeremy Jones.

“Durante el evento, no hablé con nadie en persona”, continúa el actor: “No alenté a nadie a invertir plata, no mentí. Mi discurso fue sobre la historia de la empresa y sus actividades de caridad. Toda la información que di estaba disponible en internet. Y se me aseguró que era verdad. Ni mi compañero ni yo sabíamos nada de Knight Consortium”.

-Ahora, ¿qué piensan?

-En este punto, nos dimos cuenta que fuimos engañados por la agencia y expuestos a un gran riesgo. Nos usaron como herramienta para engañar a otros. Declaro nuestra total transparencia y voluntad de cooperar. Maurycy y yo ya estamos en contacto con la Embajada polaca en Argentina. La agencia nos dijo luego de que el escándalo explotó: “Borren sus redes sociales y no hagan nada”.

Walcerz, por lo pronto, no responde si teme ser imputado por la Justicia argentina, un punto en el que calla. Ambas causas penales todavía no tienen pedidos de captura: el principal nombre que resuena en el expediente es el de Luis P., de 33 años, un sampedrino empleado de Papel Prensa, registrado como empresario y vendedor de ropa, presente en el evento del hotel Emperador.