Bolivia sufre graves incendios forestales que, durante 3 meses, han consumido más de 7 millones de hectáreas de pastizales y bosques y, aunque las lluvias tenues de los últimos días redujeron el número de focos, éstos se intensificaron por el aumento de las temperaturas y una sequía severa.
Curiosamente las regiones más afectadas son las de Santa Cruz y Beni, donde la frontera agrícola y ganadera se ha expandido en los últimos años. Las autoridades de la primera ciudad reconocieron que atraviesan el mayor desastre ambiental de su historia.
Chaqueos
Si bien, el lunes (30/09) presidente Luis Arce, menos por la magnitud de los incendios que por presión de la oposición y la Iglesia, declaró el “desastre nacional” en busca de auxilio internacional para enfrentar la crisis ambiental y solicitó “endurecer las penas” para quienes provoquen quemas, un día antes concretó un controvertido acuerdo con ciertas organizaciones interculturales que rompe con la pausa ecológica establecida semanas atrás.
Eso denunció la senadora de Comunidad Ciudadana, Cecilia Requena, que le pidió “coherencia” a Arce, según supo El Diario de Bolivia.
“No pueden hacer declaratoria de desastre y al mismo tiempo estar prometiendo que van a aceptar quemas. El Gobierno tiene que tener coherencia en lo que está haciendo y nada de estas negociaciones y excepciones”, afirmó la senadora en entrevista con Brújula Digital.
El domingo el gobierno permitió la reanudación de los “chaqueos” en algunas zonas regionalizando la pausa ambiental. El chaqueo es una práctica ancestral que se realiza en Amazonas boliviano todos los años, en los primeros días del mes de septiembre, en la que se prende fuego a rastrojos y zonas boscosas para limpiar campos y ampliar las áreas de cultivo.
Este año, de gran sequía, aquellas prácticas se adelantaron y se salieron de control, convirtiendo al chaqueo en una de las principales causas de los devastadores incendios forestales. En 2004 los incendios provocados por esta práctica devoraron áreas enormes y produjeron cuantiosas pérdidas en Bolivia.
El ministro de Medioambiente y Agua, Alan Lispeguer, explicó que el acuerdo con Federación de Productores Agroecológicos de Yucumo y de la Federación de Campesinos de Rurrenaba (ellos bloquearon recientemente la carretera La Paz-Beni) establece también modificaciones en las multas por quemas contempladas en el decreto 5203.
Según él, al sector le preocupa “ la suspensión de las autorizaciones de quema por lo que se determinó establecer una regionalización debido a que no es lo mismo en diferentes departamentos las condiciones ambientales y los sistemas de producción”.
Sin embargo, “Yucumo se halla cerca del área protegida Pilón Lajas, que se extiende hasta La Paz, lo que podría causar que, como el año pasado, áreas protegidas del departamento se vean afectadas por el fuego”, según El Diario.
“Esto quiere decir que van a flexibilizar, hacer una excepción para esta región, pero esta región también está en sequía, toda la cuenca amazónica. Es muy peligroso porque se pueden generar nuevos incendios forestales en este sector del occidente del Beni y norte de La Paz”, explicó la senadora crítica del gobierno.
La incoherencia de Arce podría responder a una sola ambición: las elecciones de 2025. El sector agropecuario es una base social relevante del MAS. De todas maneras, antes deberá resolver la interminable guerra fratricida con Evo Morales.
