Al menos 356 personas murieron -incluyendo 24 niños- y más de 1.200 resultaron heridas este lunes, debido a bombardeos aéreos israelíes contra diversos puntos del Líbano. En respuesta, el grupo chií libanés Hezbolá realizó siete lanzamientos de “decenas de proyectiles” contra una serie de objetivos militares en el norte de Israel.
El titular del Ministerio de Salud Pública del Líbano, Firas Abiad, comunicó en rueda de prensa de que los ataques israelíes que se suceden desde esta mañana en las regiones meridional y oriental del país impactaron, entre otros puntos, contra ambulancias y centros médicos.
Como consecuencia, dos trabajadores sanitarios murieron y otros 16 resultaron heridos por los bombardeos mientras participaban en las operaciones para trasladar a las víctimas a diferentes hospitales.
Además, “se desplazaron miles de familias de las zonas objetivos de las acciones”, detalló Abiad. Ante esta situación, el Gobierno libanés ha ordenado la apertura de colegios e institutos en varias zonas del país para acoger a los desplazados que huyen principalmente hacia el norte y el oeste del país, así como hacia Beirut, pese a que los suburbios del sur de la capital del Líbano tampoco se han librado de un ataque de “precisión” israelí.
El Ministerio de Salud Pública del Líbano ya está en contacto con las autoridades de varios países aliados para que le proporcionen suministros médicos y medicamentos. Además, la cartera se prepara para elevar el grado de alerta en el sector sanitario en caso de que los ataques se expandan, agregó Abiad.
Desde primera hora de la mañana, Israel está lanzando intensos bombardeos contra diferentes áreas del sur del Líbano y también del Valle de la Bekaa, en el este del país. “Los ataques aéreos enemigos apuntaron a la Cordillera del Antilíbano”, una cadena montañosa de esta región del este, donde el movimiento proiraní Hezbolá está muy implantado, dijo la agencia oficial de noticias Ani.
El primer ministro libanés, Najib Mikati, denunció un “plan de destrucción” llevado a cabo por Israel contra su país, y llamó a la ONU y a los “países influyentes” a “disuadir” al gobierno israelí de esta “agresión”.
En tanto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que con sus bombardeos Israel está invirtiendo “la relación de fuerzas” en el norte del país, y explicó que su política “no es esperar a las amenazas sino anticiparse a ellas”.
El ejército israelí indicó en un comunicado que “desde la mañana” había golpeado “aproximadamente 800 objetivos de Hezbolá en el sur de Líbano y en la zona de Becá”.
Más tarde, el grupo chií libanés Hezbolá realizó al menos siete lanzamientos de “decenas” de proyectiles contra una serie de objetivos militares en el norte de Israel.
La formación armada anunció en una serie de comunicados sus diversas represalias por “los ataques del enemigo contra las regiones del sur y la Bekaa”, en el este del país, que incluyeron ataques contra el cuartel general del Comando Norte del Ejército israelí en Ein Zeitim.
Entre los objetivos de los proyectiles también estuvieron bases, cuarteles militares y los “principales almacenes para la región norte” en la Base de Nimra, que fueron atacados por partida doble.
Hezbolá también atacó dos veces este lunes complejos de la empresa israelí de defensa Rafael Defense Systems en Zvulun, según los comunicados, que especifican que todas las respuestas fueron lanzamientos con “decenas de proyectiles”.
Los enfrentamientos entre el Estado judío y el grupo chií Hezbolá entraron en una nueva etapa de intensidad desde la semana pasada, cuando explotaran simultáneamente miles de aparatos de comunicación en manos de integrantes de la formación libanesa y varios de sus altos mandos fueron asesinados cerca de Beirut.
Los incidentes dejaron unos 80 muertos y 3.000 heridos en el Líbano, y dieron paso a varias campañas de bombardeos masivos por parte de Israel.