Irán: Ultraconservador y moderado van a la segunda vuelta

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“reformista”, Masud Pezeshkian se disputarán el próximo viernes 5 de julio de 2024, la presidencia de la nación en segunda vuelta (balotaje) tras las elecciones presidenciales celebradas el 28/6. https://es.wikipedia.org/wiki/Iran

En dichos comicios se registró un récord de abstención desde la fundación de la República Islámica en 1979. Solo depositó su sufragio un 40,2% o 24.535.185 personas de un electorado que supera los 61 millones, según la Comisión Electoral del país.

Estos datos muestran nuevamente, el descontento popular por la cruel situación económica, la falta de libertades y un profundo desapego al sistema político iraní, especialmente entre los jóvenes y las mujeres. Los reiterados llamamientos del líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, a participar “por la continuación, la fortaleza, dignidad y el honor de la República Islámica” no han dado resultado.

Elecciones presidenciales en Irán: Los candidatos

Irán, república islámica

Irán, república islámica

Cuatro candidatos, tres conservadores y un reformista, habían concurrido a las urnas como aspirantes a la presidencia, a posteriori del fallecimiento del presidente Ebrahim Raisí en un accidente de helicóptero el 19 de mayo, dejando el puesto vacante. De ellos, los dos más votados, que pasaron a segunda vuelta al no haber superado el umbral del 50% de los sufragios, son el ultraconservador Saeed Jalili y el reformista Masud Pezeshkian. “Ninguno de los candidatos ha obtenido la mayoría absoluta de los votos”, ha informado este sábado el portavoz de la Comisión Electoral, Mohsen Eslami, en una rueda de prensa televisada por la cadena estatal IRIB.

Según esos últimos datos oficiales, Pezeshkian ha obtenido 10,4 millones de votos, algo más del 42% del total, mientras que el ultraconservador Jalili ha recabado 9,4 millones, aproximadamente el 39% de los sufragios. En tercer lugar, ha terminado el también conservador presidente del Parlamento de Irán, Mohamad Bagher Qalibaf, con 3,3 millones de papeletas. En cuarta posición, figura el clérigo Mostafá Pourmohammadi, que apenas ha rebasado los 200.000 votos.

Irán: No todo está permitido, menos el reformismo… sin embargo…

La participación bajó en ocho puntos desde el 48,4% de las presidenciales de 2021, que terminaron con la victoria en primera vuelta del fallecido Raisí, pero ya desde 2020, cuando el organismo encargado de aprobar o vetar a los candidatos, —el Consejo de Guardianes prohibió de forma masiva las candidaturas reformistas a las legislativas, la participación electoral en Irán no había hecho sino descender.

Si bien Pezeshkian es reformista, también es fiel al gobierno teocrático de Irán y no tiene intención de enfrentarse a los poderosos halcones de la seguridad y a los gobernantes clericales. Sus puntos de vista contrastan con los de Raisi, un protegido de Jamenei que endureció la aplicación de una ley que restringe la vestimenta de las mujeres y adoptó una postura dura en las negociaciones ahora moribundas con las principales potencias para revivir un acuerdo nuclear de 2015. La campaña electoral de Pezeshkian cobró impulso cuando fue respaldado por los reformistas, liderados por el expresidente Mohammad Khatami, y cuando nombró al exministro de Relaciones Exteriores Mohammad Javad Zarif, una figura clave en la elaboración del acuerdo nuclear, como su asesor de política exterior.

El favorito en las elecciones de Irán, el reformista

En 2022, Pezeshkian exigió a las autoridades que aclararan la muerte de Mahsa Amini, una mujer que murió bajo custodia tras ser detenida por presuntamente violar una ley que restringía la vestimenta de las mujeres. Su muerte desató meses de disturbios en todo el país.

Pero en una reunión de la Universidad de Teherán a principios de este mes, en respuesta a una pregunta sobre los estudiantes encarcelados por cargos relacionados con las protestas antigubernamentales, Pezeshkian dijo que «los presos políticos no están dentro de mi alcance, y si quiero hacer algo, no tengo autoridad».

Durante la guerra entre Irán e Irak en la década de 1980, Pezeshkian, que desempeñó funciones como combatiente y médico, se encargó del despliegue de equipos médicos en el frente.

Fue ministro de Salud de 2001 a 2005 en el segundo mandato de Khatami. Su lema electoral es “Para Irán”,que evoca el título de la canción Barayé, que se convirtió en el himno de las protestas desatadas por la muerte de Amini y cuyo autor, Shervin Hajipour, fue condenado a casi cuatro años por ello. La utilización de ese tema le ha valido críticas de muchos opositores.

El duro, adscripto de la teocracia

Saeed Jalili, ex jefe negociador nuclear iraní de 58 años, se describe a sí mismo como un “verdadero producto de la Revolución Islámica”, ha ejercido de asesor de Jamenei, y que hace gala de una oposición acérrima a cualquier entendimiento con Occidente, sobre todo en materia nuclear. Jalili es considerado el candidato del statu quo, que seguirá o incluso endurecerá las políticas de Raisí.

A él se atribuyen en parte las órdenes para reprimir otras manifestaciones, aquellas en 2019, provocadas por el aumento del precio de la gasolina, en las que murieron a manos de los cuerpos de seguridad y paramilitares cientos de personas, al menos 300, según Amnistía Internacional, o incluso 1.500, confirmaron entonces a la agencia Reuters tres funcionarios del Gobierno iraní.

Pero, no está todo dicho. En el bando reformista preocupa, sobre todo, la bajísima participación del viernes, que revela un fracaso de ese propósito de reactivar a su electorado.

Muchos iraníes que durante un tiempo apoyaron con su voto a los reformistas han perdido la esperanza de que la República Islámica de Irán pueda reformarse desde dentro y su fe en los políticos que como Pezeshkian se presentan como “reformistas”, una etiqueta que en ningún caso equivale a la de opositor.