Polémica en USA: Imponen en las aulas el estudio de la Biblia y los 10 Mandamientos

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El máximo responsable del sistema educativo de Oklahoma (USA), Ryan Walters, ordenó que todas las escuelas del estado incluyan de forma inmediata en sus programas educativos la enseñanza de la Biblia y los Diez Mandamientos.

“La Biblia es un documento histórico necesario para enseñar a nuestros hijos sobre la historia de este país, para tener una comprensión completa de la civilización occidental, para comprender las bases de nuestro sistema legal y, francamente, estamos hablando de la Biblia, uno de los documentos más fundamentales utilizados para la Constitución y el nacimiento de nuestro país”, argumentó.

Sin embargo, Walters parece ignorar la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos que contempla claramente la separación de Iglesia y Estado“El Congreso no aprobará ninguna ley que se aboque al establecimiento de religión alguna, o que prohíba el libre ejercicio de la misma”:

El texto se conoce como la “Cláusula de Establecimiento” y la “Cláusula de libre Ejercicio”. La primera prohíbe que el gobierno establezca una religión oficial o muestre preferencia por una religión sobre otra; la segunda protege el derecho de los individuos a practicar la de su elección.

Críticas

La idea fundamental de la Primera Enmienda es respetar la diversidad y no interferir en las prácticas espirituales individuales. Pero el estatuto, que será impuesto a alumnos de entre 10 a 18 años, viola claramente estas libertades en un mundo cada vez más aislacionista y hostil. Las autoridades de Oklahoma defendieron la imposición alegando una tendencia hacia el secularismo y el ateísmo en clara ofensiva contra libros sobre raza, orientación sexual o identidad de género.

Cabe destacar ciertas cuestiones.

Una cosa es la impartición de la Biblia en un contexto o interpretación puramente simbólica, histórica y literaria, y otra muy diferente, es la evangelización, la promoción e imposición de una única visión sin ofrecer otras cosmogonías o religiones, que parece ser la del estado norteamericano polémico.

Walters habla de “tener una comprensión completa de la civilización occidental”. Pero, sin desdeñar el profundo influjo del cristianismo, ello sería una parcial ya que los orígenes de Occidente se remontan a años anteriores a la irrupción del cristianismo. Existían otras culturas, civilizaciones y tradiciones antes de Jesús que siguen moldeando nuestro presente.

La laicidad es un buen antídoto contra la discriminación.

La laicidad es un buen antídoto contra la discriminación.

Siguen vivas en el lenguaje, en la cultura, en el inconsciente. Solo por mencionar un ejemplo ( ya que hablamos de libros canónicos), los poemas homéricos (La Ilíada y la Odisea), que datan del siglo XVIII antes de Cristo, son una fuente inagotable de conocimientos, enseñanzas y experiencias; canon cultural y religioso para las generaciones ulteriores. Y ni hablar de los tratados filosóficos de los helenos.

Organizaciones como la Asociación de Educación de Oklahoma y la asociación Estadounidenses Unidos por la Separación de la Iglesia y el Estado condenaron enérgicamente la medida: “Es una forma de abuso de poder y de adoctrinamiento».

«Las escuelas públicas no son escuelas dominicales. Esto es nacionalismo cristiano de manual: Walters está abusando del poder de su cargo público para imponer sus creencias religiosas a los hijos de todos los demás. No bajo nuestra vigilancia”, expresó su directora, Rachel Lase.

El anuncio del conservador Walters sucede a la reciente aprobación de una ley en Luisiana que obliga a las escuelas estatales a exhibir los diez mandamientos.

Según The Washington Post, 10 después de la orden de los Diez Mandamientos, la Corte Suprema de Oklahoma rechazó una propuesta de escuela autónoma católica financiada por el estado, diciendo que la escuela pública religiosa, la primera de su tipo, violaba las constituciones estatales y estadounidenses.

Consecuencias atroces

Más allá del aspecto inconstitucional, la propuesta plantea preocupaciones éticas. Si bien la tradición norteamericana está atravesada por una fuerte influencia cristiana, aprovecharse de la inocencia y credulidad de los alumnos puede limitar su exposición a la diversidad de creencias y privarlos de una educación inclusiva y equilibrada y pensamiento crítico. Esto podría resultar en fanatismos, visiones sesgadas y discriminaciones hacia otras creencias.

La enseñanza exclusiva y obligatoria de la Biblia oculta la rica variedad de religiones practicadas en Estados Unidos. Aunque la mayoría de los estadounidenses siguen identificándose con el cristianismo, más de 1,500 cuerpos y sectas religiosas coexisten en la nación. En USA hay más de 360,000 iglesias, mezquitas y sinagogas.

Por otra parte, una encuesta de investigación de Pew Research Center refleja que el 28 % de los adultos estadounidenses se describen a sí mismos como ateosagnósticos o “nada en particular” cuando se trata de religión.

Es inaudito que éstas moralinas en Luisana y Oklahoma estén prevaleciendo en un mundo hiperconectado y globalizado. Por el contrario, estimular el pensamiento crítico, respetar la diversidad religiosa y respaldar la comprensión intercultural es asegurar una generación más pacifista, tolerante, pluralista y constructiva.