El debate presidencial en los estudios de la CNN, evidenció a viva voz el estado mental de Joe Biden, quien se mostró desorientado, arrastrando las palabras, con ciertos lapsus y que de a momentos ni siquiera podía hablar con fluidez, ante un Donald Trump, incisivo, irreverente y que manejó el timing, pese a arrojar datos estadísticos poco verosímiles.
“Un desastre televisado” y un “Biden que no está a la altura”, así catalogaron de alguna manera los medios oficialistas de Estados Unidos, que se unen al pedido extraoficial desde las filas demócratas de buscar un nuevo candidato del progresismo, mucho más idóneo al cargo que el actual y que pueda gobernar sin confundirse la guerra de Gaza con la de Irak ni padecer de neblina mental.
Desde el propio New York Times, incluso, una agencia de noticias que suele hacer columnas favorables al actual gobierno, instan el reemplazo de Joe Biden por otro candidato demócrata en su sano juicio. Y hasta el propio diario, acaba de revelar este viernes, que políticos influyentes de las filas demócratas claman un nuevo presidenciable no senil: entre los nombres que circulan está el gobernador de California, Gavin Newsom, que goza de buena imagen tanto en el progresismo como en el electorado centrista que vota a los republicanos.
Un demócrata antipopulista y proLGTTB, el sucesor de Biden
Gavin Newsom, de 56 años, actual gobernador de California y popular en la bancada demócrata, tiene madera de presidente, aunque este jueves lo desmintió mientras caminaba por los pasillos del estadio McCamish Pavilion de Atlanta.
«Nunca le daré la espalda al presidente Biden», dijo Newsom el jueves en la sala de debates de Atlanta.
«He pasado mucho tiempo con él y sé lo que ha logrado en los últimos tres años y medio. Sé de lo que es capaz y conozco su visión y no tengo inquietud», subrayó.
Pero lo cierto es que Newson, con una familia tipo como los Ingalls y que ha legislado prohibir el uso de smartphones en las escuelas de su Estado, desde que ingresó en la vida pública ha querido ser el presidente de USA. Ello definitivamente puede convertirse en realidad, si Joe Biden se baja de la candidatura demócrata, dejando lugar a este hombre de gran prestigio social y un estadounidense promedio.
Del 1996 al 2002, ocupó varios cargos a nivel municipal de San Francisco, épocas en las que aseguró que tenía el sueño de llegar al Despacho Oval.
Cuando tenía 36, en el 2003, fue electo como alcalde de San Francisco, siendo el más joven en la historia de la ciudad. Luego fue vicegobernador por ocho años y más tarde fue elegido gobernador en 2018, siendo relegido con el 59% de los votos en 2022.
Su actitud arrogante y soberbia, le ha valido algunos enemigos, pero también su popularidad en California, en donde gobierna, y en varios estados demócratas.
Además, su abultado patrimonio -ya que viene de familia de alta alcurnia-, le permite difundir la propaganda demócrata: ha gastado hasta el momento 10 millones de dólares a través de un Comité de Acción Política para difundir mensajes en estados Republicanos donde hay “líderes autoritarios que están atacando nuestras libertades”.
A su vez, realizó una donación a un candidato a alcalde demócrata en Charleston, en Carolina del Sur, lo que demuestra su compromiso con el Partido.
Hace poco, tal gobernador de California colgó un video en el que era lapidario contra el «populismo de Derecha».
“Nuestros valores y nuestro estilo de vida son el antídoto al populismo venenoso de la derecha, y al miedo y la ansiedad que tantas personas sienten hoy”, dijo en el clip. “Para los conservadores y los detractores delirantes de California, su éxito depende de nuestro fracaso”, agregó.
Progre Woke con máscara de conservador
Las políticas de estado y agenda gubernamental de Gavin Newsom, el posible sucesor, seguirían con las del gobierno de Biden y mantendrían los lazos con China. En octubre viajó a tal país, donde se reunió con Xi Jinping para abordar temáticas relacionadas con el calentamiento global y cambio climático, siendo el terrenos donde su estado, California, es pionero a nivel mundial.
La agenda climática de Newson, incluye, ciertas medidas como obligar a las compañías a informar de sus emisiones de gases de efecto invernadero o lanzar una demanda contra las petroleras por los daños ambientales de sus productos. Pese a que, en su gestión, él ha aprobado 1.000 nuevas perforaciones y sigue abierta una central nuclear en su estado de California: los republicanos aseguran que esto es una mera «cortina de humo» para cooptar votantes.
Incluso, el electorado republicano lo cataloga como “un dictador woke” por las medidas como el veto a prohibiciones de libros. Los trumpistas lo detestan y lo combaten por ser ‘antiarmas’, ya que propuso una enmienda a la constitución estatal para restringir el acceso a las armas de fuego.
Dentro de su historial político, también está su orden de que se emitieran las primeras licencias municipales en USA para matrimonios LGTTBQ, a pesar de que la ley estatal lo prohíbe. The Wall Street Journal recordaba que “ha estado trabajando lejos de los focos para suavizar legislación y políticas demasiado a la izquierda para sus aspiraciones nacionales”; pero los más progresistas aseguran que es conservador, en realidad.
El ala más progre del Partido Demócrata le restriega que, después de prometer como candidato trabajar por la sanidad universal gratuita, frenó tres expansiones de la sanidad. Además sugieren que no ha actuado para reducir las ventajas fiscales a grandes corporaciones y fortunas, con las que California pierde 70.000 millones de dólares al año.