Mientras que el primer ministro Benjamin Netanyahu y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, presionados por USA, tratan de evitar abrir otro frente de guerra con Hezbollah en el Líbano, el extremista y colono israelí en Cisjordania ocupada, Itamar Ben-Gvir, que también es ministro de Seguridad Nacional, volvió a amenazar con abandonar el gobierno si Israel no libra una guerra total con el grupo terrorista.
Otra prueba más de las riñas internas del gobierno ante las demandas de los diferentes partidos de la coalición (dos ultraortodoxos y dos de extrema derecha, además del Likud del primer ministro).
Según The Times Of Israel, Ben Gvir, líder de Otzma Yehudit, criticó a Gallant Netanyahu por apoyar un acuerdo con Hezbolá que evite una guerra total en el norte, permita el regreso de los 60.000 residentes israelíes en el norte y elimine de la frontera.
El ministro de Defensa, Yoav Gallant, dijo este viernes (28/06) que Israel “no está buscando una guerra” con Hezbolá y que una solución diplomática era preferible. Aunque advirtió de que Israel estaba haciendo preparativos y planificando un conflicto más amplio.
“No buscamos la guerra, pero estamos preparados para ella. Y llegaremos a una encrucijada, una encrucijada tanto para el enemigo como para nosotros. Si Hezbolá decide ir a la guerra, sabremos qué hacer. Si decide llegar a un acuerdo, responderemos a este asunto”, afirmó.
“Sé que no es fácil, no es fácil para ustedes ni para los residentes del norte. Hay una cosa que puedo decirles y es que es mucho más difícil para Hezbolá y el Líbano. Es fácil hablar desde el búnker y hacer declaraciones”.
En la misma línea, Netanyah aseguró: “Si llegamos a un acuerdo que permita el regreso de los residentes al norte, entonces podremos llegar a un acuerdo, pero ese es el quid de la cuestión: devolver a los residentes al norte. Sólo con las condiciones que lo permitan Israel llegará a un acuerdo”.
Oposición de Ben Gvir
Ben Gvir y Netanyahu se han enfrentado a lo largo de la guerra sobre cuestiones que van desde el fomento de la emigración palestina y el reasentamiento en Gaza hasta la posibilidad de un acuerdo de rehenes con Hamás.
El primero niega la cultura Palestina y, como fiel colono en tierra ocupada, propone repoblar Gaza con asentamientos judíos. A principios de este mes, Ben Gvir amenazó con derrocar al gobierno si adoptaba una nueva propuesta de liberación de rehenes y un acuerdo de alto el fuego.
Ben Gvir se opone a cualquier tipo de acuerdo con musulmanes. Sobre el último que están tratando de concretar sus socios Gallant y Netanyahu, consideró que si se hace conduciría a una repetición del 7 sangriento de octubre, y agregó: «No se hacen acuerdos con los nazis».
“¿Cómo podemos no tener una guerra? ¿No hemos aprendido nada de 20 años de acuerdos? Haremos un acuerdo y, en un año o dos, violarán a nuestras mujeres y asesinarán a nuestros niños”.
«Si no hay campaña en el norte, tendremos que tomar una decisión sobre permanecer en el gobierno”, dijo Yitzhak Kroizer, miembro del parlamento por Otzma Yehudit. “Este gobierno no puede seguir existiendo si se llega a un acuerdo diplomático para poner fin a las tensiones en el norte”.
La presión de Ben Gvir es eficaz porque sabe que dejaría al primer ministro sin mayoría para gobernar. Su partido de extrema derecha tiene 6 de los 120 escaños de la Knesset. Si abandonara la coalición, el gobierno se quedaría con 58 escaños (tres menos que la mayoría).
Las escaramuzas en la frontera con Líbano entre Israel y Hezbollah han venido intensificándose desde inicios de la guerra. El riesgo de guerra total aumenta semana tras semanas. Cualquier exceso imprevisto la desataría y Gaza se convertiría en un espectáculo secundario. El 12 de junio el grupo islamista lanzó el mayor ataque contra Israel tras asesinato de comandante.
Hezbollah disparó 215 cohetes hacia el norte de Israel luego del asesinato del más alto oficial. Varios impactos de cohetes provocaron incendios forestales en el norte.
Más de ocho meses de violencia transfronteriza han matado al menos a 467 personas en el Líbano. Las autoridades israelíes dicen que al menos 15 soldados israelíes y 11 civiles han muerto.