Ursula Basset oficia como virtual jefa de la comitiva que se encuentra en la Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Según fuentes diplomáticas , la abogada conservadora impuesta por Karina Milei y Santiago Caputo en la Cancillería vigila cada coma del documento argentino con el fin de cumplir con la misión de rechazar todo lo relacionado con la Agenda 2030.
Lo que preocupa a la diplomacia es que Basset no tiene ningún cargo formal y dejó absolutamente desdibujada a Diana Mondino y a la embajadora en el organismo, Sonia Cavallo.
La hija de Domingo Felipe tuvo que pedir la semana pasada que se elimine toda la referencia a la violencia sexual de las mujeres en Haití, provocando roces con Estados Unidos y México.
Ahora ya no solo puentea a la Canciller con la sedes diplomáticas sino directamente se personifica como jefa de la comitiva que tiene a Mondino, el embajador en Paraguay Guillermo Nielsen y el subsecretario de Asuntos Latinoamericanos, Mariano Vergara.
«Es una seria irregularidad, no tiene ninguna designación formal en Cancillería. Expone a varios a que sean denunciados por incumplimiento de deberes de funcionarios públicos», advirtió la fuente.
En los pasillos del Palacio San Martín afirman que la figura de Basset es «imbatible» y dudan que la intención de Diana Mondino pueda lograr que el actual embajador en Alemania, Fernando Brun, desembarque en la Cancillería para evitar que la flamante interventora ocupe la jefatura de gabinete de forma oficial.