El Ministerio de Salud palestino denunció este viernes la muerte de al menos 25 personas en un ataque perpetrado por efectivos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) contra una zona en Rafáh en la que había tiendas de campaña de palestinos desplazados a causa del conflicto.
De acuerdo con las autoridades palestinas, el ataque de Israel -que ya calculan dejó un saldo fatal de más de 37.000 muertos- se produjo en el campamento Al Mawasi, en la ciudad de Rafah, al sur de la Franja de Gaza y por ahora el último refugio de cientos de miles de palestinos que debieron huir de las matanzas. Al menos 50 personas resultaron heridas en el ataque.
Las fuerzas israelíes, mientras tanto, intensificaron los ataques contra objetivos en el sur de Líbano donde aseguran que se refugian militantes de Hezbollah. El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, alertó en tal sentido de que un solo «error de cálculo» en la frontera entre Líbano e Israel podría conducir a «una catástrofe» a nivel regional. «Seamos claros: los pueblos de la región y del mundo no pueden permitirse que Líbano se convierta en otra Gaza», dijo el portugués durante una rueda de prensa desde Nueva York, donde lamentó que ya se han perdido «muchas vidas» a un lado y otro de la frontera entre el Líbano e Israel.
En otra señal de la pérdida de apoyos del gobierno de Israel en el mundo, el ministerio armenio de Relaciones Exteriores anunció el reconocimiento del Estado de Palestina, con el objetivo de avanzar hacia la paz en Oriente Próximo, insistiendo en la «situación crítica en Gaza».