10 religiosas enfrentadas con el Vaticano quedaron fuera de la Iglesia romana

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Las diez hermanas clarisas españolas en conflicto abierto desde hace un mes con el Vaticano fueron oficialmente excomulgadas tras una pulseada por problemas inmobiliarios y acusaciones de pertenencia a una secta, informó el sábado (22/06) la arquidiócesis de Burgos.

Qué dice el comunicado oficial

”El día 22 de junio, el arzobispo de Burgos, comisario pontificio y representante legal de los monasterios de Belorado, Orduña y Derio, ha comunicado el decreto de declaración de excomunión y la declaración de dimisión (expulsión) ipso facto de la vida consagrada a todas y cada una de las diez hermanas que han incurrido en cisma”, indicó un comunicado publicado en la web del arzobispado.

Separación voluntaria

El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, recibió el sábado (22/06) una “declaración de ‘separación voluntaria’ de todas y cada una de ellas, recibida por burofax”, una carta certificada que tiene valor de prueba ante la justicia. ”Son las mismas hermanas las que han mostrado su decisión libre y personal de abandonar la Iglesia católica”, precisó el texto.

La misiva, firmada por la madre superiora, sor Isabel de la Trinidad, denunciaba la “persecución” de la que sería víctima la comunidad, enfrascada desde hace varios años en un enfrentamiento inmobiliario con su jerarquía.

En 2020, las monjas llegaron a un acuerdo con el vecino obispado de Vitoria para comprar el convento de Orduña, en el País Vasco, pero la venta finalmente fracasó. La transacción fue “bloqueada desde Roma”, dijeron las religiosas.

Mario Iseta, Arzobispo de Burgos, entiende en el caso de las religiosas españolas que no reconocen la autoridad del Vaticano

Mario Iseta, Arzobispo de Burgos, entiende en el caso de las religiosas españolas que no reconocen la autoridad del Vaticano

«Secta»

Las hermanas de Belorado también criticaron un supuesto “caos doctrinal” del Vaticano, al que acusan de incurrir en “contradicciones” con sus “lenguajes dobles y confusos”.

Tampoco reconocen al Papa Francisco y anunciaron estar bajo la autoridad de un sacerdote excomulgado, Pablo de Rojas Sánchez-Franco.

El religioso, fundador de La Pía Unión de San Pablo Apóstol, afirma ser miembro del “sedevacantismo”, corriente que considera herejes a todos los papas que sucedieron a Pío XII (1939-1958), tras la asunción de Juan XXIII y la convocatoria al Concilio Vaticano II.

Por eso, estima que actualmente no hay un sumo pontífice válido. Fue excomulgado en 2019 por el arzobispo de Burgos.

Tras la misiva de las monjas, el arzobispo encargado por el Vaticano para resolver el asunto, hizo primero llamamientos al diálogo. Pero ante la negativa de las hermanas, finalmente les pidió que comparecieran ante un tribunal eclesiástico para confirmar su decisión.

Las monjas rebeldes dicen no reconocer ese tribunal y califican el procedimiento de “farsa”.

”No se trata de un hecho frecuente en la Iglesia católica. La excomunión es la mayor medida sancionadora en el Derecho Canónico, ya que supone verse privado de la unión con la Iglesia y, por tanto, de todos sus bienes espirituales. Sólo se da en los casos más graves de delito canónico”, afirmó el teólogo Luis Santamaria, fundador de la Red Iberoamericana para el Estudio de las sectas (Ries).

«No es el castigo»

”Su fin principal no es el castigo, sino la sanación de una herida y la pedagogía, dijo Santamaría.

”En el caso concreto de las monjas clarisas de Belorado, una vez que se declaró oficialmente la excomunión, ya no podrán ser consideradas religiosas católicas, y lo normal es que abandonen un monasterio que ya no es su lugar”, señaló.

Sin embargo, afirmó que seguirán en el monasterio las hermanas que no incurrieron en excomunión, al no secundar el cisma, o sea cinco hermanas mayores y otras tres que no se encuentran allí, pero pertenecen a la comunidad.