«En Tucumán la apicultura se está extinguiendo»

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«Esta actividad es muy noble, el apicultor es una persona que no sólo sabe de abejas sino que tiene que ser herrero, carpintero, tiene que conocer el ecosistema, preservar, cuidar y proteger. La verdad que es una noble tarea que tenemos que llevar adelante nosotros», comenzó.

Nosotros somos el tercer país exportador de miel en el mundo, exportamos el 95% de los productos que producimos. Esta actividad mueve aproximadamente 1.5 millones de personas estables y en forma temporaria entre 600 y 800 mil personas a nivel nacional

En el caso específico de Tucumán, Oviedo comentó que cuando el año pasado tuvo que renovar su registro, conoció que la provincia hoy cuenta solo con 80 apicultores, algo que deja ver que «en la actualidad, la apicultura se está extinguiendo» a pesar de tener 15 microclimas, tener hectáreas y ser primicia «con las primeras flores porque tenemos una primavera adelantada».

Esto ocurre, señala el apicultor, porque la actividad no recibe «la importancia que debería tener».

«Es una actividad realmente rentable pero se está extinguiendo porque no tenemos la posibilidad de proteger los campos, poder ingresar, por la deforestación, el uso indiscriminado de los productos químicos. Se olvidan de que la abeja es el único insecto que le da un alimento al hombre, poliniza más del 75% de las plantas que consumimos nosotros y los animales. La deforestación no da lugar a que nosotros podamos tener un lugar dentro de lo que es la apicultura, no hay una protección del futuro, no está controlado, por eso nos matan las abejas y también están matando nuestro futuro porque si nosotros no tuviésemos abejas, nos quedan dos o tres años de vida en este planeta», añadió.

Además de los factores antes mencionados que contribuyeron a la extinción de la apicultura en la provincia, Oviedo sumó «la adulteración de la miel», que por la falta de conocimiento de algunos consumidores, es algo que prima en el mercado porque «es mucho más barata».

El consumidor normalmente busca miel, hay un consumidor que tiene conocimientos básicos sobre la miel, entonces busca un productor porque sabe que tiene una garantía, el producto tiene inocuidad, trazabilidad, los controles que corresponden. Entonces, ellos buscan una miel pura de abeja pero si hoy vamos a cualquier góndola de algún supermercado, vos podes leer en el logotipo de la presentación del producto y dice miel al 98% y 2% glucosa de maíz, todas las mieles que no digan 100% de abeja son adulteradas

Sobre esto, explicó que se da porque «no hay una legislación en nuestra provincia y a nivel nacional que realice el control como corresponde».

«La miel es un alimento pero tampoco hay castigo para aquellos que adulteran a la misma, es todo un negocio redondo donde el que se levanta a las 5 de la mañana y vuelve a las 23 horas, no tiene el valor que debería tener», finalizó.