La titular de la Asociación Ciudadana por los Derechos Humanos, María José Lubertino, afirmó que la condena por abuso sexual a José Alperovich trae «cierta paz» a la víctima, pero se mostró preocupada ante la «desmantelación» de las políticas de género en el Gobierno de Javier Milei. En diálogo con la 750, Lubertino definió como un «momento crucial» haber tenido en las últimas semanas «una compensación a la lucha de Thelma Fardin y ahora a la sobrina de Alperovich y a todas las que lo denunciaron».
«Espero que sea un antes y un después, donde dejemos atrás estas formas patriarcales de la apropiación de los cuerpos de las otras y los otros, sobre todo en estos casos en donde la desproporción de poder entre la víctima y el victimario es gravísima, no solo por la desigualdad de edad sino también, en este caso, con tanto poder político», remarcó.
En esa línea, agregó: «Sabemos que ninguna condena puede reparar el dolor y la herida que significa una violación o un abuso sexual infantil, pero creemos también que con la condena hay cierta paz para la víctima, que logró que se hiciera Justicia, a pesar de la desigualdad para probar», agregó.
Para la abogada y exlegisladora porteña, también es importante que las personas que pasan por estas situaciones «salgan lo más rápido posible». «Por eso es muy importante que haya educación sexual en las escuelas, para que las niñas y los niños sepan sobre su propio cuerpo y que nadie tenga derecho a sus cuerpos sin su consentimiento», dijo.
No obstante, mostró su preocupación por el desmantelamiento que lleva adelante el Gobierno de Javier Milei de los organismos estatales que bregan por el cuidado de las víctimas.
«Nos preocupa que, paralelamente a estas victorias judiciales, que no son más que una reparación parcial, el Gobierno haya desmantelado las políticas de prevención de violencia. Es una vergüenza que Argentina, que ha avanzado tanto en su legislación, tenga estos retrocesos en las políticas públicas«, sentenció.
Por último, enfatizó en que «hay que dejar de lado» las «cuestiones partidarias» cuando se habla de un delito de violencia de género, abuso o violación.
«Cuando hablamos de delitos, y de delitos de violencia de género, tenemos que dejar de lado las cuestiones que tienen que ver con las pertenencias partidarias, porque estamos hablando de una violación a los derechos humanos«, cerró.