Polémica iniciativa de la concejala radical Anahí Schibelbein Prohibir el pucho en ambientes abiertos

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«En 4 de julio vamos a tener en Rosario una ordenanza que genere conciencia a quienes fumen en ambientes abiertos, sobre todo en aquellos lugares donde hay juegos de chicos, circuitos aeróbicos donde se hace gimnasia y hasta en las puertas de los hospitales y sanatorios. La idea no es sancionar sino empezar a asumir el mal que nos hace el cigarrillo». La idea de prohibir el pucho en los ambientes abiertos y la ordenanza que los regularía es obra de la concejala radical Anahí Schibelbein, quien pronostica de este modo el tiempo en que finalmente su proyecto verá la luz en el recinto. Es que esta última semana pasó por la comisión de Presupuesto y volvió a Salud para ultimar detalles: especificar la prohibición en el entorno de los juegos infantiles y retirar la inclusión de esta norma en el Código de Convivencia para evitar un objetivo sancionatorio. «Queremos crear conciencia, no recaudar con las multas», destacó la edila.

Schibelbein destaca en su proyecto que la Organización Mundial de la Salud dice «que el humo de tabaco llega a matar a 8 millones de fumadores. A esto se le suman 1,2 millones de víctimas no fumadoras que se ven obligadas a respirar el humo de cigarrillo». «El humo -agrega- que emana el cigarrillo encendido contiene más de 7000 sustancias tóxicas y unas 70 sustancias que producen cáncer. Esto provoca que la exposición al humo de tabaco en la niñez aumente hasta un 40% el riesgo de padecer asma, incremente un 30% el riesgo de enfermedad cardiovascular y aumente un 25% el riesgo de padecer cáncer de pulmón».

«Por eso -dijo – este proyecto para crear los espacios públicos libres de humo y planteo que se prohíba fumar en las inmediaciones de escuelas, hospitales y espacios de recreación para niños».

Según establece la parte dispositiva de la ordenanza, “son espacios abiertos y semiabiertos donde quede prohibido fumar, sostener tabaco encendido, utilizar cigarrillos electrónicos, y otros sistemas de vapulación electrónica que serán delimitados por el Departamento Ejecutivo Municipal”.

En rigor la norma plantea objetivos vinculados a espacios públicos saludables, acciones educativas, campañas de prevención sobre el tabaquismo en particular, tareas de concientización, e incluso “desarrollar una conciencia social sobre el derecho de los no fumadores a respirar aire sin la contaminación ambiental producida por el humo del tabaco”.

La medida alcanza a áreas de juego para niños y niñas, areneros, estaciones aeróbicas, sectores para la práctica de deportes y recreación infantil en plazas, parques y paseos públicos; veredas de establecimientos de atención e internación, veredas de instituciones educativas de todos los niveles, entre otros. Por último, incluye una señalética específica en los espacios mencionados en donde se indique la prohibición de fumar.

Cabe agregar que sobre este expediente, la concejala Julia Irigoitia, del bloque Justicialista, pidió abstenerse en la votación y argumentó la necesidad de consultar la posición del interbloque. Ahora la propuesta retorna a la comisión de Salud para ratificar el despacho y pasar luego al recinto de sesiones.

Según explicó Schibelbein a este diario «la modificación que le hicimos esta semana es que no se pueda fumar en el entorno de los juegos, pero aclaramos que es lógico que en un espacio abierto, si uno se retira cincuenta metros se va a poder fumar».

La segunda modificación es que «decidimos acortar los tiempos y retirar cualquier sanción incluyendo la ordenanza en el Código de Convivencia porque de este modo  evitamos que pase por la comisión de Gobierno, y se dilaten los tiempos. Por eso digo que simplemente queremos generar una cultura de buena salud».

Finalmente la concejala aclara que la norma incluye al cigarrillo electrónicos o vapeadores. «La Organización Mundial de la Salud advierte que esta es una cultura que se ha instalado mucho en jóvenes entre 13 y 18 años, pro eso la idea es justamente es empezar a generar conciencia sobre las consecuencias, porque si bien obviamente el tabaco es malo, el cigarrillo electrónico tiene sus consecuencias también y esta incluido en la norma».

La iniciativa de la concejala Schibelbein va de la mano con las ya vigentes en Rosario, donde desde 2006 está prohibido fumar en espacios cerrados de comercios, industrias o instituciones de todo tipo, y desde 2010 también la prohibición se extendió en balnearios y espacios al aire libre públicos o privados que estén en contacto directo con el río Paraná.

“Consideramos que es necesario reducir al mínimo la exposición de las personas a los efectos nocivos del humo de productos elaborados con tabaco. Hay cada vez más ciudades tanto en el país como en el mundo que amplían sus espacios libres de humo de tabaco por su impacto negativo en la salud de las personas y el Ejecutivo tiene la responsabilidad de avanzar en políticas públicas que se orienten a reducir en la población la morbimortalidad causada por el consumo activo y pasivo del tabaco en cualquiera de sus formas”, consideró Schibelbein, quien recordó que la ciudad de Mendoza ya tiene una legislación similar.