El gobierno intenta sumar peronistas al gabinete para darle volumen político al gobierno de Javier Milei y sigue incorporando dirigentes que formaron parte del gobierno de Mauricio Macri pero que no reportan al ex presidente.
Guillermo Francos se reunió este martes con los tres gobernadores que, en exclusiva, quiere armar listas en las elecciones del año que viene. Ellos son el salteño Gustavo Sáenz, el tucumano Osvaldo Jaldo y el catamarqueño Raúl Jalil. El jefe de gabinete también se reunió con el cordobés Martín Llaryora, el riojano Ricardo Quintela y el santiagueño Gerardo Zamora.
Algunas de esas reuniones se pautaron para el traspaso de la obra pública a las provincias que viene acordando Francos con gobernadores. Pero la reunión con Jalil, Sáenz y Jaldo fue de tono político. De hecho participó hasta Karina Milei, que no se suele sumar a este tipo de encuentros. La hermana del presidente está a cargo del armado libertario en todo el país. También estuvo Luis «Toto» Caputo, que no les conocía las caras a algunos de los gobernadores, y tiene la palabra final para enviar fondos a las provincias.
Según explicaron fuentes al tanto del encuentro, el gobierno se quiere asegurar la presencia de la mayoría de los gobernadores en el pacto de mayo de la semana que viene. La discusión de fondo es la gobernabilidad que espera Milei que le den los mandatarios peronistas hasta las elecciones de 2025.
La gobernabilidad por ahora no se tradujo en cargos, como se esperaba con la incorporación relegada del tucumano Santiago Yanotti en Energía. Eso esperan que cambie en las próximas semanas. Quien empuja la incorporación de peronistas al gabinete es Santiago Caputo, asesor estrella de Milei. Caputo detectó que se acentuó la debilidad del gobierno, aún después de haber logrado la sanción de la ley bases.
En las últimas semanas Caputo sumó en la AFI a Sergio Neiffert, un ex ladero del peronista Jesús Cariglino en Malvinas Argentinas. Luego se incorporó otro peronista, Lucio Fernández Aparicio, al incendiado ministerio de Capital Humano.
Fernández Aparicio fue funcionario de Jorge Triaca en el ministerio de Trabajo durante la presidencia de Mauricio Macri y llegó al ministerio de Sandra Pettovello con la misión de sumar muñeca política ante la catarata de renuncias que se sucedieron luego de la caída de Pablo de la Torre, otro peronista del Conurbano.
Justamente Triaca logró el aval de los libertarios para ser auditor general de la Nación, un lugar al que Karina Milei le quería dejar al apoderado de La Libertad Avanza, Santiago Viola.
Triaca ya había metido a su ex esposa, Cecilia Loccisano, en la secretaría de coordinación administrativa del ministerio. Ese desembarco se dio por impulso de Rodrigo Lugones, socio de Santiago Caputo.
El acuerdo con Triaca sigue sumando nuevos nombres al mundo libertario: Santiago Fernández Cosimano, ex vocero del ex ministro macrista, se incorporó al despacho de Martín Menem por obra de Santiago Caputo. Los Peaky Blinders notaron un desmanejo en el área comunicacional de Diputados e intervinieron con el aparente aval de Karina.