El portaaviones nuclear estadounidense Theodore Roosevelt llegó a Busan, Corea del Sur, para participar en maniobras militares conjuntas con Japón y Corea del Sur. Estos ejercicios, denominados “Freedom Edge”, incluyen operaciones marítimas, antisubmarinas y de defensa aérea.
Los líderes de los tres países acordaron en agosto realizar entrenamientos anuales para proyectar unidad frente al aumento del poder de China y las amenazas nucleares de Corea del Norte. El contralmirante Christopher Alexander destacó la importancia de mejorar la interoperabilidad entre las armadas.
Estas maniobras se producen tras la visita del presidente ruso Vladimir Putin a Corea del Norte, donde firmó un pacto de cooperación con Kim Jong Un. Este acuerdo incluye compromisos de defensa mutua, aumentando las tensiones en la región.
La llegada del Theodore Roosevelt sigue a la del portaaviones Carl Vinson, que visitó Corea del Sur siete meses antes. Ambas visitas son una muestra de disuasión contra los programas nucleares y de misiles de Corea del Norte.
Finalmente, los ejercicios tienen como objetivo garantizar que las fuerzas aliadas estén preparadas para responder a cualquier crisis o contingencia, reforzando la estabilidad y seguridad en la región.